Ella nunca lo va a reconocer, pero el ultimátum que la ‘cúpula’ la dio a Belén Esteban para que se reincorporase a Sálvame tras sus ostentosas vacaciones de lujo, en las que se la pudo ver lo suficientemente recuperada como para volver a trabajar, ha originado que la colaboradora esté muy molesta y más al ver el choteo con el que tratan su problema.

Belén Esteban a gritos con los directores de ‘Sálvame’

Todo se precipitaba tras hacer Belén Esteban un alegato de defensa a Anabel Pantoja, que está siendo muy criticada por haber ido a ver a su padre Bernardo al hospital in extremis.

Para Belén eso no es justo, ya que considera que Anabel hace mucho más de lo que le toca, teniendo en cuenta que su padre nunca estuvo a su lado ni en la infancia, ni en la adolescencia. La intervención de la persona que ha estado cuidándole estos meses, todavía la encolerizaba más.

Belén Esteban gritaba que para ‘Sálvame’ todo es siempre malo y que si no lo es ya se encargan de buscar que lo sea y Terelu la ponía en su sitio al afirmar que el programa tiene información que no ha llegado al público y que se podría entender que ese público no comprendiese que solo haya visto a su padre un día de sus largas vacaciones.

Tras un tenso rifirrafe, la colaboradora se levantaba y se ponía a caminar por el plató ayudada por su muleta, tal y como sus médicos le han recomendado.

Debe dar 8 vueltas al plató cada hora. En ese momento sonaba la música que acompaña a los Pasos de Semana Santa y las colaboradoras presentes en el plató no podían evitar reírse.

Belén Esteban no acepta la broma pesada de ‘Sálvame’

La de Paracuellos estallaba e iniciaba un momento tenso que no por ello daba menos risa: “Ayer hizo cuatro meses que me caí en este plató y tengo la pierna rota.

Mi médico no me da el alta hasta abril, por lo que podría estar en mi casa viéndolas venir”.

Según ella si está en ‘Sálvame’ es por su buen corazón y su profesionalidad y no entiende que se le ponga música religiosa y se la convoque a diferentes horas cada día con lo cual no tiene vida. Afirmaba que si había vuelto a su trabajo era por consejo de su psicóloga y porque es una mujer responsable.

Volvía a caminar y de nuevo sonaba la música para regocijo de todo el mundo en plató: “Me da igual que me hagan muchos memes. Vengo porque quiero y por mi cabeza porque no me sienta bien quedarme en casa”. Explicaba que tiene dos hora y media de rehabilitación diaria y luego trabaja tres y encima tiene que aguanta a los directores que aunque son sus amigos: “Les quiero, pero a veces me dan ganas de….

¿Tú te crees que mi madre ve el programa y me ponen ahí como la Esperanza de Triana?”.

Las broncas se suceden y confirman porqué la dirección de Telecinco la ha obligado a volver a un programa que sigue una lenta agonía y al que no saben como remontar.