Se cumple un año de la docuserie que intentó enmendar la plana a los siete jueces y juezas especializados en violencia de género que archivaron en 2018 la demanda presentada por Rocío Carrasco contra su exmarido Antonio David Flores por maltrato psicológico continuado, al no hallar suficientes indicios para seguir adelante. Rocío Carrasco y Fidel Albiac declararon entonces que iban a llegar hasta el final, recurriendo a casación por infracción de ley e incluso a Estrasburgo, pero decidieron que un juicio televisivo sería más contundente.

Personality Media analiza la imagen de Rocío Carrasco un año después

La consultoría de imagen ha sido preguntada por la revista Semana, para conocer como queda la imagen de Rocío Carrasco la cumplirse un año del docudrama y la nueva estrella de Telecinco no ha conseguido apenas mejorarla.

El director de la consultoría es claro, al reconocer que Rocío Carrasco nunca ha sido un personaje bien valorado y que siempre ha tenido una valoración media de suspenso: “antes estaba en un 3,4 de media y ahora el último dato que tenemos de ella es un 4”.

El suspenso a nivel de audiencia es claro, pero otros personajes en esta misma situación son igualmente atractivos para el público y por tanto las marcas los fichan como imagen publicitaria, lo que tampoco es el caso de la hija de Rocío Jurado.

El revuelo mediático conseguido al comienzo de la docuserie y la politización de todo el asunto, ha generado mucha audiencia en su momento, pero el resultado es negativo: “generalmente las marcas buscan personajes limpios que no les generen ningún problema y este no es un personaje limpio es más agresivo”.

La confrontación de Carrasco con toda su familia y la no relación con sus hijos, no ha hecho más que agravar la situación: “una marca busca siempre construir en positivo y este no es el caso”.

Un 56% de la población la suspende, si bien hay una parte de público, mujeres de menos de 30 años que la aprueban con un 5,3.

‘Contar la verdad para seguir viva’ dividió la sociedad española

La docuserie planeada con premeditación y alevosía por ‘La Fabrica de la Tele’, que mantuvo como colaborador en Sálvame a Antonio David Flores mientras pergeñaba a sus espaldas lo que iba a ser su defenestración pública, dejándolo no solamente sin trabajo en Telecinco, sino sin trabajo en ningún medio audiovisual, acusándolo públicamente de maltratador y convirtiéndolo en un ‘apestado’, a pesar de no haberse celebrado ningún juicio y por tanto de no tener ninguna condena, no ha dado el fruto esperado.

La politización de la docuserie, con la intervención de la ministra Montero que decidió tirarse a la piscina sin medir las consecuencias de no contrastar los datos que se ofrecían, arrastrando con ella en un primer momento a una parte de la sociedad, no fue más que una burbuja que si en un principio dio resultado, con el despido y el escarnio en directo de todos los programas de Mediaset del ‘acusado’ Antonio David Flores, dándoles muchas noches de gloria televisiva con audiencias fastuosas, acabo por explotarles en la cara.

El movimiento Marea Azul, nacido para luchar contra el linchamiento público del personaje, ha seguido creciendo al mismo tiempo que la popularidad de los programas de Mediaset, como Sálvame, llamando un día tras otro ‘maltratador’ a Antonio David Flores e instaurando un pensamiento único, han visto caer los índices de audiencia.

La puntilla la dieron los jueces que declararon como improcedente el despido del colaborador y acusaron a la cadena de hacer un juicio paralelo.

Telecinco ha visto como su más directo rival Antena 3 ha conseguido dejarlos en la cuneta y el cambio de director unido a la OPA de Berlusconi que quiere hacerse con el control total de Mediaset España convirtiéndola en "Un grupo paneuropeo de medios y entretenimiento", es el tsunami tras el que vendrán cambios importantes, que ya han comenzado con la sustitución de los directores de ‘Sálvame’, el programa estrella de ‘La Fábrica de la Tele’.