Paz Padilla ha vuelto a liarla. Aprovechando un tema doloroso y que tiene lógicamente a la sociedad muy sensibilizada, como es la llegada de los talibanes al poder en Afganistán y el terrible drama de la población que huye despavorida ante el régimen de terror que volverán a imponer, para hacer una broma de mal gusto.

El ‘bombazo’ de Kiko Hernández y la 'broma' de Paz Padilla

Ya sabemos también cómo las gasta el colaborador, apodado en redes ‘el bombitas’, porque siempre que anuncia un supuesto ‘bombazo’ informativo es más bien algo sin sustancia y lo que hace es cebar una noticia de chichinabo durante horas, para mantener a la audiencia en vilo.

Eso es algo que ha funcionado en el pasado, pero que hace tiempo dejó de hacerlo y la bajada de audiencia que se va perpetuando, no hace más que exacerbar los ánimos de este y de las presentadoras, intentando vender humo como si fuese oro.

Y en esas estaba Kiko Hernández, anunciando a bombo y platillo su ‘bombazo’ siendo jaleado por los tertulianos: ‘ha tardado pero ha llegado’ entre los aplausos y la exclamación del imitador que tienen en el programa: ‘¡Bomba, bomba!’, se escuchaba claramente a Paz Padilla decir riéndose: ‘de los afganos, de los afganos’.

La respuesta de las redes sociales era inmediata, los comentarios en Facebook y los tuits se sucedían afeando la actitud tan poco empática de esta señora, que lo mismo presenta un programa, que te habla de pseudomedicinas para aliviar el duelo por un ser fallecido, que te hace un chiste sin medir las consecuencias de lo que dice.

La audiencia está muy cansada de las bromas de mal gusto de Padilla

No es la primera broma de mal gusto, ni el comentario desafortunado de la humorista reconvertida en presentadora de ‘Sálvame’, recordemos que hace unas semanas y demostrando una vez más que cuando ‘entrevista’ no hace los deberes, le decía a Tom Brusse que su madre debía de haberse emocionado al verlo en la isla.

La madre de Brusse falleció cuando él era muy joven. Lo peor de todo es que cuando le hacen ver su error, ella no se disculpa al uso, sino que le da la vuelta a la situación o alega desconocimiento, creyendo que así no queda tan mal frente al invitado y a la audiencia.

Por citar otra de sus últimas meteduras de pata, también tuvo que pedir perdón por decirle a Cristina Cifuentes durante ‘La última cena’ que su único máster era en comida.

Luego se disculpó, dándole la vuelta, diciendo que la había etiquetado igual que la gente hace con ella y que lo sentía: ‘le puse una etiqueta por todo lo que ella ha significado, por todo lo que sucedió de cuando estaba en la política’.

Viendo la que le ha caído tras burlarse de la tragedia del pueblo afgano, no hay duda de que hoy, como siempre, entonará el mea culpa y dirá que fue un error lingüístico o algo por el estilo, pero en redes sociales ya no la aguantan y se volvió a pedir su despido.