Anoche se emitió en Telecinco el noveno capítulo del documental de Rocío Carrasco, "Rocío, contar la verdad para seguir viva", y las heridas de la hija de la Jurado parecían estar más abiertas que nunca después de haber entrado de lleno a la ruptura de la relación con su hija y las consecuencias que dejó la brutal paliza que Rocío Flores le habría dado en 2012. Rocío estaba visiblemente afectada en esta nueva emisión que, a pesar de tener datos ya revelados en su exclusiva entrevista en directo, han dejado fuertes titulares en el día de hoy. Uno de ellos habría sido el ultimátum que Carrasco le hace a su hija de cara a una posible conciliación.
La presentadora nunca ha dejado de reiterar el amor incondicional que le tiene como madre, pero según lo que ha revelado, Rocío Flores lo tendría difícil para recuperar su confianza.
Rocío Carrasco relata el final de su relación con Rocío Flores
Rocío Carrasco no podía evitar romper a llorar cuando relata el momento en que su hija intenta interponerle una denuncia después de que, supuestamente, le habría dado una paliza a Carrasco que la habría dejado en el hospital. Rocío tiene claro, por las palabras que dijo su hija, que todo fue pactado con el padre Antonio David. "Lo ha premeditado, lo ha gestionado, ha tenido la capacidad suficiente para trazar con su padre una línea a seguir muy a mi pesar" argumentaba Rocío entre lágrimas.
Sin embargo, las cosas cambiaron de tornas cuando, finalmente, fue Rocío Flores la que acabó con una denuncia ante el Tribunal de Menores y con 6 meses de libertad vigilada. Rocío asegura que fue aquel momento en que la relación se cortó. Rocío intentó seguir sabiendo de ella a través de terceros pero "pedí que no se lo dijera porque si no también se podría haber usado contra mí públicamente y yo ya no podía más".
Rocío no puede pasarlo por alto
A pesar de que Rocío Carrasco siempre ha manifestado que desde que corto relación con sus hijos habría estado viviendo un atentico calvario y que lo único que quiere es volver a tener relación con ellos, ella misma ha reconocido que después de haber pasado por todo aquello, no puede olvidar el daño que, premeditadamente, le habría hecho su hija, llegando a afirmar que tenía "miedo" los años que vivió con ella antes de la paliza.
"Ella se convirtió en el verdugo pero antes fue víctima" reitera Carrasco. A pesar de que dijo que, si ahora no era el momento para ella, en algún momento desearía poder retomar los lazos maternales, Rocío reconoce que será una tarea difícil volver a confiar en Rocío Flores después de todo lo que vivieron: "No puedo mantener, muy a mi pesar, una relación con una persona que tiene a la otra persona al lado y con una persona que ha intentado meterme en la cárcel"
Rocío Carrasco afirmaba en su documental que solo tomará la iniciativa de reconstruir la relación con su hija con una condición; que Antonio David no esté ni en su vida ni en la de sus hijos. "Partiendo de la base de que esa persona no esté ni en la vida de mi hija ni en la mía" sentencia la hija de la Jurado.