La controvertida Maite Galdeano, se hizo popular cuando participó con su hija Sofía Suescun en Gran Hermano, este mismo año lo ha hecho en el reality La Casa Fuerte haciendo pareja con su hijo Cristian Suescun, para mirar de conocerse un poco mejor. Desde que se divorció del padre de sus hijos, madre e hijo no habían convivido, ya que Cristian se quedó a vivir con su padre y Maite prefirió quedarse con Sofía, unos años menor.

Maite reniega de su hijo y dice que le da asco

La navarra ha concedido una entrevista a la revista Lecturas, como nunca antes lo había hecho.

Le acusa de ser un lastre en su vida y de recordarle a su marido y padre de sus hijos que, según ella, la maltrataba y casi la mata, aunque no hay ni denuncia, ni sentencia de lo que afirma. El reality ‘La Casa Fuerte’ en lugar de unir a madre e hijo, ha dinamitado la escasa relación que mantenían.

Acusa Maite a Cristian de haberla chuleado desde los dieciocho años, afirmando que siempre ha querido vivir de ella que en aquel momento trabajaba como conductora de autobús. Maite afirma nada más comenzar la entrevista, que su hijo: ‘me da asco porque es igual que su padre que casi me mata’.

Afirma Maite que Cristian la ha chuleado desde su mayoría de edad

Asegura que Cristian, tiene envidia de Sofía y de ella, de su relación y del dinero que ganan, que pretende que ella le compre un loft y que desde los dieciocho años quiere vivir de ella engañándola para sacarle el dinero y confirma este punto, al afirmar que le quitó el primer coche deportivo que Maite compró, diciéndole que para ella era muy hortera y que por eso se lo cedió por poco dinero.

Lo mismo pasó con una furgoneta Camper que la navarra equipó como autocaravana y le cedió por 4000 euros cuando le costó 30.000, porque él le aseguró que quería disfrutarla y nuevamente la engañó, porque lo que hizo fue venderla por el triple. Afirmando que para ella su hijo es una gran decepción y un lastre.

Asegura la navarra que con Cristian solo le pasan cosas negativas, como el robo de la que dice es su casa, aunque en ella vive su hija Sofía y su novio Kiko Jiménez, que también afirman que es la suya: ‘A Cristian no le quiero y cada vez me da más asco'.

Dice que es como su padre, que la envió al hospital de una paliza y que ella como tonta volvió a su lado quitando la denuncia interpuesta. Según Maite la policía no quitó esa denuncia y por eso figura como maltratador, pero nunca se ha podido comprobar este hecho, por lo solo tenemos su palabra.

Habrá quien la crea, pero Maite tiene su credibilidad muy comprometida y en redes sociales infinidad de detractores, sobre todo después de decir que sufre fibromialgia y que por ello cobra una pensión del Estado por incapacidad y verla como la hemos visto, bailando, corriendo y haciendo todo tipo de pruebas físicas que una persona con esa enfermedad no sería capaz de realizar.