Emma García, la presentadora de “Viva la vida”, no ha podido aguantar más y ha terminado llorando al ver un vídeo sobre los estragos del Coronavirus. La presentadora reconocía que está viviendo un cambio en su vida y tenía muchas ganas de romperse, de llorar. Ante la audiencia, la presentadora ha revelado que durante las primeras semanas del confinamiento lo pasó realmente mal y tuvo que mantenerse entera.

Desde el primer momento, Emma tuvo que seguir al frente de “Viva la vida” dando toda la información sobre la crisis, durante el fin de semana, aunque en un primer momento no estaba en el mejor estado anímico.

La entrevista con Torito provocó que la presentadora se haya roto

La realidad es que de una forma, u otra, la crisis provocada por el coronavirus ha afectado a la mayor parte de la ciudadanía española. Desde un primer momento, la presentadora vasca tuvo que hacer frente a la presión de hacer el programa “Viva la vida”, en directo, a pesar de que no estaba en las mejores condiciones para hacer frente a su trabajo.

Todo se inició cuando Emma realizó una entrevista con el colaborador del programa, Torito, en la que se quiso sincerar sobre la experiencia durante las primeras semanas, tras el decreto del Estado de Alarma por culpa del coronavirus. Torito, que siempre ha mostrado tener un gran sentido del humor, reconoció que había llegado a sentir miedo y pensaba que el programa iba a ser cancelado y que se quedaría sin trabajo.

Emma reconoció que, durante las primeras semanas de confinamiento, le fue muy complicado ser positiva

La presentadora reconoció que, tenía muchas ganas de llorar por el momento que estaban viviendo muchas personas y le costaba hacerlo por la emoción que sentía, por estar en plató y ver como los miembros del equipo iban enfermando.

Cada semana que Emma llegaba a los platós de Mediaset, alguien estaba de baja, había enfermado por coronavirus o estaba en cuarentena, por posible contagio y eso le rompía.

Pero, a pesar de todo lo que ha pasado, Emma es capaz de ver el lado positivo de todo lo que ha vivido, tras unas duras jornadas ante las cámaras. Ha descubierto que está rodeada de un equipo lleno de calidad humana, han vivido momento muy especiales en el que no han podido evitar llorar por la emoción.

Y, antes de romperse, ha dejado claro que se siente muy orgullosa de su equipo y ha dado las gracias.

García está intentando cambiar su forma de ser, después de todo lo que ha vivido y abrirse más en público. Ella es como su madre, una mujer que no es capaz de llorar delante de la gente, pero en esta situación su progenitora no puede evitar que se le caigan los lagrimones.