Barranco y Ferre llevan una semana complicada, no solo la nominación del ex-tronista a su amigo les ha distanciado… también, el hambre les ha llevado a una situación desesperada. Ambos tenían mucha hambre por lo que decidieron comerse algo que no debían ante la mirada llena de preocupación de sus propios compañeros de convivencia.

Sin duda, “Supervivientes 2020” pasará a la historia como la edición más polémica de toda la historia, además de la más extrema

Los participantes están viviendo verdaderas calamidades: desde el pasado día 20 de febrero, además del poco alimento que encuentran, las condiciones meteorológicas son cada vez peores (incluso, se ha asegurado que las peores con las que han tenido que lidiar tanto el equipo técnico como los propios concursantes) lo que no solo les influye a la hora de no dormir bien, también, al hecho de que pescar les está resultando imposible y que estén sufriendo las consecuencias de una plaga de insectos.

Y no hay que olvidarse del hecho de estar aislados por culpa de la crisis del coronavirus que está asolando el mundo y llegó a Honduras hace unas semanas.

A lo largo de los últimos días, los participantes de “Supervivientes 2020” están empezando a acostumbrarse, en su nueva ubicación, al mar y al arte de la pesca pero aún siguen teniendo mucha hambre. Aunque ya empiezan a pescar, las piezas no son grandes y son muchos a repartir. Por esa razón, Barranco y Ferre han decidido arriesgarse y se han comido unas caracolas que se encontraban en mal estado.

Ni el nauseabundo olor de las caracolas pudo evitar que los participantes se las comieran

Elena, la madre de Adara Molinero, les advirtió que si se comían una de esas caracolas iban a tirar por tierra su concurso.

La colaboradora de televisión se mostró muy preocupada por sus compañeros ante la posibilidad de que su salud estuviera en riesgo real. Incluso, les llegó a advertir que podrían morirse por comerse unas caracolas en mal estado.

Pero, tanto Ferre como Barranco tenían claro que no iban a dejar pasar la oportunidad de llevarse algo al estómago a pesar de las advertencias de sus compañeros que veían que se iban a comer eso.

Ferre lo tenía claro: “lo que no mata, engorda”.

Rocío Flores llegaba a decir que el olor de las caracolas le llegaba hasta a ella que estaba alejada. Jorge aseguraba que se comía todo, pero… Y José Antonio Avilés les gritaba que no se las comieran que les iba a dar una indigestión con la peste que echaban.

Al final, Barranco y Ferre, que gracias a este episodio han vuelto a acercar posturas tras la nominación al propio Ferre, decidieron cocinar al fuego las nauseabundas caracolas y a pesar del mal olor y el riesgo real de poner en riesgo su estado de salud, se las comieron sin problemas.

Ferre llegó a asegurar que estaban riquísimas, aunque olían un poquito mal. Incluso, que tenían mucha proteína y no se arrepentían de haber dado el paso.

Los desvalidos, por su parte, no dejan de pescar. Y este martes ambos grupos se reencontraran empezando una nueva etapa en el concurso todos juntos a pesar de las serias dudas sobre la continuidad del programa por culpa de la crisis por el COVID-19.