Mila Ximénez ha sacado a la luz una confesión privada que hizo Rocío Carrasco sobre su situación con su hija mayor Rocío Flores (“Supervivientes 2020”). Lo ha hecho a través de su blog en la revista “Lecturas”, la periodista ha querido dar su punto de vista sobre el ataque de ansiedad de la joven en el programa cuando le comunicaron que España estaba viviendo una crisis sanitaria por culpa del COVID-19 y destapa un episodio, hasta ahora, completamente desconocido con la propio Rocío Carrasco.

Mila no entiende que Rocío permita que sus amigas vapuleen a su hija en los platós de televisión

En medio del confinamiento ante la expansión del coronavirus, la colaboradora del programa de Mediaset, “Sálvame”, ha querido plasmar sobre un papel lo que piensa sobre el ataque de ansiedad de Rocío Flores ante la falta total de noticias de su progenitora, Rocío Carrasco, cuando le comunicaron la crisis sanitaria en “Supervivientes 2020”.

Lo primero, Mila no entiende la postura de Carrasco que permite que sus amigas que trabajan en televisión (en referencia a Belén Rodríguez o Carmen Borrego) se dediquen a vapulear a la joven mientras la chica está demostrando que quiere que su madre vuelva a su vida tras ocho años sin tener relación.

A Mila ya le aburre la excusa de que ella no sabe lo que ha pasado, ya que, a estas alturas le importa más bien poco.

Lo único que sabe es que hay una hija suplicando que su madre vuelva a su vida. En estos momentos, la periodista no ha podido evitar unas palabras que le dijo en su momento la propia Rocío Carrasco.

Hace tiempo, Mila era muy buena amiga de la hija de la cantante Rocío Jurado, pero ahora no puede apoyar su comportamiento de total indiferencia hacia sus hijos.

No puede imaginarse qué puede hacer que decidas estar tan distante de tu propia hija cuando rompe solo conocer la situación.

Y recuerda una situación cuando coincidieron en el programa “Hable con ellas” en Telecinco

Un día, Rocío Carrasco, antes de salir al plató en el pasillo tuvo un ataque de cólera, tiró el bolso contra la pared y recriminó a sus compañeras que nadie debía hablar de su hija, ya que ella la había parido y su obligación era protegerla, pasase lo que pasase y por eso había optado por el silencio.

Ahora debería decirle lo mismo a las personas de su entorno ya que está permitiendo que se dude del sufrimiento de su hija, que está aislada en unas circunstancias muy complicadas y que se está dando cuenta de la soledad que está provocando la ausencia de su madre.

Y lo peor que se puede hacer es apostar por silencios falsos y por mensajeros serviles que están haciendo daño. Mila, desde su experiencia, considera que Rocío se está equivocando.