La presentadora de Vallecas lo ha vuelto a hacer. Cristina Pedroche ha vuelto a ser el centro de todas las críticas, positivas y negativas, por culpa de su vestido para ser la encargada de dar la bienvenida al 2020 en Antena 3. Pero, este año, la joven ha sorprendido y nadie se esperaba el vestido que iba a mostrar.

La presentadora ha aparecido más vestida que nunca

Cristina tenía difícil superar los vestidos de otros años y ha vuelto a ser la oferta discordante de la Nochevieja con un vestido completamente diferente a lo esperado para estas Campanadas 2020.

La joven ha logrado mantener el mayor hermetismo posible alrededor del vestido de este año y, minutos antes de las 12 de la noche, ha mostrado cómo era el vestido con el que se iba a tomar las uvas con el público. Una tradición que se mantiene desde el año 2016. Ha apostado por un vestido firmado por el diseñador Jacinto de Manuel.

La presentadora lo tenía claro; se sentía como una verdadera diosa empoderada, gracias a su vestido de forma de escultura. Lo primero era sorprender, por lo que la presentadora llegó con una capa de color negro y unos mitones del mismo tono. Aunque, varios telespectadores se dieron cuenta de que se veía el cuello en tono dorado.

Y, así fue, la presentadora se quitó la capa y mostró el vestido-escultura firmado por Jacinto de Manuel, que había sido confeccionado con fibra de vidrio que había sido reciclado.

Un diseño completamente artesanal y decorado con pan de oro.

Una verdadera joya que pasará a la historia de la televisión

Cristina Pedroche siguió una serie de tradiciones como aparecer con una capa para no mostrar el vestido hasta el último momento. Eso sí, este año todo el conjunto inicial era en color negro. La joven ha explicado que el diseño ha sido pensando en una especie de Venus moderna, en una auténtica diosa.

Un look completamente inspirado en la mitología de la antigua Roma. Por ejemplo, el tono dorado es en referencia a la manzana dorada del episodio de la discordia protagonizado por la diosa Romana y Jacinto de Manuel se habría basado en un arte muy antiguo japonés que se utiliza para arreglar diversos objetos que han sido dañados utilizando el oro.

La técnica se basa en hacer que lo imperfecto se vea como algo imperfecto, y gracias a la influencia del oro no solo se arregla el mencionado objeto, se vuelve más valioso, con más poder. Pedroche ha querido dejar claro que, ahora, se siente como una verdadera heroína, que se puede comer el mundo, que es invencible y completamente imparable.