El cantante de uno de los grupos más importantes de la escena británica, Coldplay, Chris Martin, ha confesado que vivió un momento muy duro durante su adolescencia. Durante una entrevista reciente al medio “Rolling Stone”, el vocalista del famoso grupo ha confesado que tuvo que enfrentarse a su sexualidad, ya que tenía pensamientos en contra de los homosexuales y sus compañeros, en el colegio, le llamaban gay.

Al llegar al internado, su manera de caminar fue la excusa para que algunos compañeros se metiesen con él

Según el intérprete, de niño tenía una forma de caminar muy divertida, diferente.

Contoneaba un poco la cadera y eso hacia que fuera homofóbico porque pensaba que si era gay, iba a estar maldito para siempre.

En aquel momento, solo era un chaval que estaba descubriendo el mundo de la sexualidad y le daba miedo esa idea. Todo se hizo más grave cuando inició una nueva etapa en el internado, donde conoció a un grupo de chicos muy duros que se pasaban todo el día llamándole gay y riéndose de la manera que tenía de caminar, de una forma bastante agresiva.

Chris Martin solo era un joven que estaba confuso por su sexualidad, como muchos adolescentes

En aquel momento, el cantante no sabía si era gay o no, solo que si lo era, estaba mal. Eso le provocó una gran confusión interna y estaba muy preocupado por las posibles repercusiones.

Pero, a los 15 años se dio cuenta de que ser gay no era ningún problema y, si lo era, nada malo le iba a suceder. Y, de un día para el otro, todo cambió. Todo fue a mejor en el momento en que asumió que no pasaba nada si era homosexual.

Hoy en día, el cantante utiliza su imagen para defender los derechos del colectivo LGTBIQ+ y está comprometido con varios movimientos para poder ayudar a jóvenes a encontrar su lugar en la sociedad.

Considera que él tuvo suerte, cosa que otras personas no tienen y viven con miedo a la hora de vivir su sexualidad con libertad.

No sabe si fue el hecho de que ya no le preocupaban las burlas, ya que, no recuerda el hecho en sí. Sólo sabe que según iba creciendo y conocía más personas y mundo pensaba que muchas de las personas que le influenciaban eran homosexuales y que no pasaba nada.

Fue un gran alivio para el joven. Cuando dejó de sentir esa prisión, empezó a cuestionarse muchas de las cosas que le habían enseñado sobre la palabra de Dios. Todo esto hizo que no se sintiera muy unido a esa parte de la religión.

Con los años, el cantante empezó a tener su propia relación con lo qué es Dios para él, alguien que no está relacionado con algún tipo de relación en concreto. Alguien que no te juzga como a él le enseñaron. Y, ha descubierto que es mucho más feliz, ha sido capaz de evolucionar como persona.