Chiqui se ha sentado en el plató de “Sábado Deluxe” para hablar de cuáles han sido los motivos que le han llevado a romper su matrimonio después de diez años junto al padre de sus dos hijas, que son todavía muy pequeñas. La ex-gran hermana ha relatado que ha vivido un auténtico infierno antes de tomar esta decisión.

La sorprendente noticia se hacía pública hace unos días ante la sorpresa de la audiencia de “Sálvame”: la querida Chiqui de “Gran Hermano” tomaba la decisión de romper su matrimonio con Borja después de diez años de relación y dos hijas pequeñas.

La joven se veía obligada a confirmar los rumores de los que se hacía eco la propia María Patiño. La joven decidió tomar esta decisión por el bien de las pequeñas y el suyo propio. Después de varias semanas, la joven decidía sentarse en el plató de “Sábado Deluxe” para explicar cuáles habían sido los verdaderos motivos de la ruptura de su matrimonio y ha confesado, entre lágrimas, que los últimos cinco años junto a Borja han sido un auténtico infierno.

Chiqui lleva en tratamiento psicológico desde hace seis meses y tomó la decisión de divorciarse el 13 de octubre

Incluso, ella misma lleva en tratamiento psicológico desde hace seis meses y tomó la decisión de divorciarse el pasado día 13 de octubre después de sopesar los pros y contras en varias ocasiones.

Eso sí, ante determinadas preguntas de los colaboradores, la joven no ha querido entrar en detalles sobre cómo era su vida junto al padre de sus hijas, ya que todo ha sido muy fuerte. Ha llegado a sentir miedo, tanto por ella como por sus hijas.

Aunque la relación estuvo marcada por altos y bajos constantes, incluso con varios escándalos públicos, la pareja siempre estuvo a favor de remar por su amor y, después, por el bien de sus dos hijas pequeñas.

Pero a lo largo de estos últimos cinco años no todo ha sido maravilloso, no era oro todo lo que parecía y, fuera de las cámaras, su matrimonio era un auténtico calvario para ella.

Chiqui tiene muy claro que la gente no cambia por mucho que lo digan

La ex-colaboradora de “Sálvame” reconoció haber aguantado de todo por el bien de sus hijas, pero ahora se siente una mujer “liberada”.

No podía salir con sus amigas, se metía con el físico de la joven, cuando se puso de parto de su segunda hija ni la miraba, estaba más preocupado por el ordenador...". Comenta que su círculo le dice que tenía una venda en los ojos, pero no sabe qué pensar. Ahora tiene claro que que no se puede aguantar de todo por los hijos, ya que "no le haces ningún bien", según Chiqui: "La gente no cambia por mucho que lo digan".