Un equipo desplazado a la ciudad de Barcelona, del programa matinal de Antena 3, Espejo público ha sufrido un robo en pleno directo. Le han quitado los móviles y los micrófonos en medio de una plaza de la Rambla del Raval, una de las zonas más conflictivas de la ciudad catalana, mientras el propio cámara estaba realizando las pruebas rutinarias de imagen y sonido para llevar a cabo el directo.

El equipo tuvo que explicar lo sucedido, posteriormente, en otro programa de la cadena, al no poder realizar el directo. Según han explicado, mientras el cámara estaba llevando a cabo las pruebas y estaba concentrado en el funcionamiento del dispositivo, una persona no identificada cogió la mochila que tenía justo a su lado, que había dejado depositada en el suelo, entre el propio trípode y la pared donde pensaban realizar el directo.

El equipo no notó nada extraño ni escuchó nada hasta que se percataron que la mochila no estaba en el suelo

La mochila que alguien sustrajo iba llena de teléfonos móviles, cables y micrófonos. El equipo confesó que habían sido prevenidos pero todo pasó tan rápido y estaban tan concentrados en preparar el directo, que no se dieron cuenta de nada. Ni se enteraron que alguien se había llevado la mochila que tenían a su lado, sin hacer ruido y sin que notasen la presencia del ladrón, ni pasó nada que les hiciera sospechar que les habían robado.

El Raval de Barcelona se está convirtiendo en uno de los barrios más conflictivos de la ciudad

La reportera sospecha que los ladrones son un grupo de personas o un único individuo que estaba o estaban observando, en todo momento, lo que estaba haciendo el equipo, muy ágiles y que son capaces de actuar de manera silenciosa.

Lo más seguro es que se tratase de personas que se ganan la vida haciendo este tipo de robos y estén acostumbrados, por lo que les fue muy fácil llevar a cabo el hurto.

El Raval de Barcelona está siendo la ubicación de algunas de las noticias de sucesos más repetidas: hurtos, venta de drogas, peleas con armas blancas... Y, los vecinos, que suelen ser personas mayores o extranjeros, han pedido en varias ocasiones que se aumente la seguridad en el barrio, ante una situación que cada vez va a peor.

Por otro lado, desde hace unos años, el Raval se ha convertido en el barrio favorito por parte de los camellos para okupar viviendas y convertirlas en puntos de venta de drogas, con total impunidad.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona ha sido acusado de pasotismo y de no escuchar las peticiones de los vecinos. Pero, finalmente, este mes de septiembre llegarán 300 miembros de Mossos d´Esquadra para reforzar los puntos más conflictivos de la ciudad, entre ellos, el Raval.