Reino Unido ha decidido cambiar una ley del año 2012: los universitarios de nacionalidad “no británica” podrán quedarse en su territorio después de terminar la carrera durante dos años. Hasta ahora, la ley establecía un período de cuatro meses después de terminar sus estudios universitarios, pero no se sabía si esta ley iba a verse afectada por la entrada en vigor del Brexit.
Se modifica una norma establecida por la propia Theresa May en el año 2012
Este es uno de los cambios más llamativos dentro de los nuevos planes llevados a cabo por el Gobierno: los universitarios de nacionalidad “no británica” que estén realizando sus estudios en Reino Unido se van a poder quedar en el país durante un período de tiempo que duraría dos años desde el momento de finalización de sus estudios.
De esta manera, se revierte la medida del año 2012 por Theresa May, que en aquel momento era ministra de Interior, que forzaba a los estudiantes extranjeros -eso sí, la norma no afectaba a los estudiantes de países comunitarios- a que se marcharan del país en un período de cuatro meses desde el momento en que finalizasen sus estudios.
Esta medida va a aplicarse a todos los estudiantes universitarios que comiencen sus estudios a partir del año que viene
Eso sí, Interior no ha querido especificar si el plan estaría destinado solo a estudiantes comunitarios tras la entrada en vigor del Brexit o la posible marcha del Reino Unido de la Unión Europea, ya que no está definido si habrá acuerdo o no el próximo día 31 de octubre o si habrá la tan deseada prórroga para llevar a cabo la retirada con toda la seguridad política y económica necesaria.
Boris Johnson, el actual primer ministro, aseguró que este cambio en la normativa tiene un claro objetivo: aprovechar el gran potencial de estos jóvenes universitarios y ayudarles a comenzar su futuro laboral en el territorio británico.
Priti Patel, actual ministra de Interior, señaló que esta es una demostración más sobre la mirada 100% “internacional” del Gobierno actual, que ha prometido a los ciudadanos que aplicará un sistema de inmigración que se organizará por puntos, muy parecido al australiano, después de que el país salga de la Unión Europea y donde se dará prioridad a los trabajadores con cualificación.
No habrá ningún tipo de restricciones sobre la clase de trabajos que los estudiantes podrán llevar a cabo los próximos dos años.
Además de que hay estudios que demuestran que los estudiantes universitarios de distintas nacionalidades aportan una gran cantidad de aspectos positivos a Reino Unido, al margen de una gran aportación económica.
Además, en los últimos años el país ha tenido una gran pérdida de oportunidades en el campo laboral, lo que le ha colocado en una situación complicada a la hora de ser elegido por parte de los estudiantes internacionales.