Hoy en día se está viviendo una verdadera fiebre alrededor de todo lo que tenga que ver con Corea y, sin duda, “Love Alarm”, el último fichaje de Netflix, es una buena manera de iniciarse en la fiebre coreana. Podría pasar por un capítulo de la serie de culto, “Black Mirror”, pero es demasiado romántica para ello.

Cada vez hay más seguidores alrededor de los productos del país asiátio y, así, nos encontramos con “Kingdom” una serie de época con zombis como protagonistas; “Stranger” una serie que trata el tema de la corrupción en el país o “Chief of Staff” que busca reflejar la realidad política.

Pero, aunque intentan tocar todos los palos, los coreanos han demostrado que son expertos en Series románticas o donde el amor aparece en primer plano y que no quieren entrar en la dinámica fácil del chascarrillo.

Los coreanos están demostrando que son expertos en crear series románticas y no tienen pudor a la hora de estrenar nuevos productos

Incluso, en el caso de “Love Alarm”, nos encontramos con muchos parecidos con la serie de culto “Black Mirror”: los protagonistas de la serie viven en un mundo donde hay una aplicación móvil que delata a aquellas personas que están enamoradas. Si pasan cerca de la persona por la que sienten algo tan especial, entonces, la alarma de la aplicación suena.

Algo que puede meter en problemas a cualquiera en una sociedad como la coreana, donde la compostura es básica y donde está mal visto no ser capaz de controlar los sentimientos, tanto en público como en privado, lo que hace que la existencia de esta app revolucione la manera que tienen los coreanos de relacionarse entre sí.

"Love alarm" tiene todas las características de las series románticas coreanas y es un buen inicio para los no-seguidores de la "fiebre coreana".

Esta alarma va a cambiar la vida de la protagonista femenina, Kim Jo-Jo, una buena chica que vive con unos familiares que la cuidan como si fuera una especie de Cenicienta moderna, y de la que están enamorados dos de los protagonistas: Hwang Sun-oh, un chico de familia con dinero que se matricula en su mismo instituto y, Lee Hye- young, que es el mejor amigo del mencionado Hwang, pero es hijo de sus empleados.

Sin duda, estamos ante el mejor producto para iniciarse en la conocida como “fiebre coreana”, ya que, nos encontramos con personajes que se miran intensamente sin decirse nada, donde lo correcto es ocultar los sentimientos (aunque no explican la razón), donde el encargado de montaje se encarga de lograr que no te olvides de las escenas más icónicas o la chica, como debe ser en cualquier serie de este tipo, vive la peor vida posible y los protagonistas varones aparecen para salvarla.