Lena Headey, sin duda, es una de las mujeres “más odiadas” del mundo por culpa de su malvado personaje, Cersei en “Juego de Tronos”. Pero la imagen real de la intérprete no tiene nada que ver con su personaje en la ficción,

La actriz describe su trabajo durante las ocho temporadas que ha durado “Juego de Tronos” como ocho años increíbles. Recuerda como si fuera ayer cuando iniciaron el rodaje en las tierras de Escocia y cómo Sophie, Isaac y Maisie eran unos bebés y cómo han crecido (se refiere a los actores más jóvenes de la serie que iniciaron la aventura siendo adolescentes o niños y terminaron como adultos).

La actriz nació en el año 1973 en Hamilton, una localidad de Bermudas, pero su familia se trasladó a vivir a Inglaterra cuando ella solo tenía cinco años de edad. Cuando tenía 17 años, un representante se fijó en ella tras verla en una función infantil.

Su primer trabajo en el cine fue en la película “El país del agua” junto a nombres como Ethan Hawke o Jeremy Irons

En el año 2006 logró una gran popularidad gracias a la película “300” y en el año 2008 se puso en la piel del personaje de Linda Hamilton en la serie de Televisión de “Terminator” (su papel, curiosamente, lo realizaría su compañera Emilie Clarke en la última versión cinematográfica de la saga).

Nunca ha negado que tiene que darle las gracias al propio Peter Dinklage (que interpreta a Tyrion, su hermano en la serie) que fuera seleccionada para el papel que, sin duda, le ha cambiado la vida.

Ambos son amigos y la recomendó para la audición a los responsables de casting.

Es animalista, vegetariana y defensora de los derechos del colectivo LGBTQI+.

A la hora de describirse, dice que es una persona mucho más tímida de lo que la gente podría esperar y no se siente cómoda con el supuesto estatus de estrella que tiene por participar en la serie.

Un dato sorprendente es que asegura que puede ver fantasmas desde que era una niña

También ha confesado que el odio que los seguidores tienen hacia su personaje, en ocasiones lo han llevado a la vida real y la han llegado a insultar por la calle. Incluso en las firmas llegaron a quitarle los ejemplares de “Juego de Tronos”.

Su vida privada saltó a los medios de comunicación cuando inició una batalla con su exmarido, el músico Peter Loughran.

Fueron varias veces a juicio y estuvieron en medio de una lucha sin cuartel para conseguir la custodia del hijo que tuvieron en común.

La actriz reconoció que había perdido todos sus ahorros para defender sus derechos y estuvo a punto de llegar a la bancarrota por culpa del bloqueo establecido por el juez como medida cautelar hasta que se firmase un acuerdo definitivo de divorcio.

También es conocida su mala relación con Jerome Flynn, que interpreta el personaje de Bronn en la serie. Es tan mala que el equipo evita que rueden escenas juntos.

Actualmente comparte su vida con el director Dan Cadan, con el que tiene una hija de dos años de edad.