La festividad del Día de los Padres y el Niño concluye cuando los Uchihas obtienen su turno en el centro de atención. Después de encontrarse casualmente en el Día de los Padres y el Niño, Sasuke decide aprovechar esta oportunidad para pasar un tiempo agradable con su hija. Sin embargo, debido a la tensa relación de Sasuke con su difunto padre, no tiene claro cómo se supone que un buen padre debe actuar y, a pesar de sus esfuerzos para actuar como un padre cariñoso, su hija demuestra ser poco receptiva.
Kakashi ayuda al discípulo nuevamente
Después de recibir varios consejos de Kakashi, Sasuke busca respuestas de Sakura, quien le informa que debe bajar la guardia y simplemente actuar normalmente con su hija.
Tomando esto en serio y recordando las interacciones de su infancia con Itachi (que era más un padre para S.U. que su padre real), el padre Uchiha encuentra a Sarada en el campo de entrenamiento, donde los dos practican el lanzamiento de shuriken y discuten las aspiraciones de Sarada de convertirse en Hokage.
Si bien no está tan enfocado a la comedia como las dos entregas anteriores, el episodio 95 contiene varios momentos para las risas. Los intentos mal concebidos de Sasuke para conectarse con su hija son partes incómodas y divertidas y sirven como un recordatorio de que incluso uno de los personajes más serios de la franquicia tiene sus momentos de levedad.
El ninja de las sombras se esfuerza en mejorar como padre
La solución al problema de este padre tan distante fue actuar de forma más natural y permitir que su hija lo pueda ver más cercano, pero ver al Uchiha perpetuamente estoico reducido al nivel de todos los demás es siempre satisfactorio. Incluso cuando los padres estaban vivos, su dinámica familiar estaba muy lejos de ser ideal, por lo que su ignorancia sobre el tema de las relaciones saludables entre padres e hijos es perfectamente comprensible (por supuesto, si hubiera pasado más tiempo en casa, podía haber sido capaz de cortar este mal desde hace mucho tiempo).
Los flashbacks de la infancia de Sasuke son una excelente manera de darle a la audiencia una idea de su mentalidad. Esto importa y sirve para ilustrar que a pesar de todos los horribles recuerdos, el joven Uchina también experimentó momentos de felicidad.
Por otro lado, Naruto, después de haber pasado todo el día con Himawari, termina el episodio con Boruto cuando los dos se encuentran disfrutando de un combate de entrenamiento con el kunai que Naruto le había comprado en la tienda de Tenten.