En la edición gourmet de ‘Ven a cenar conmigo’ le tocó el turno a Toñi Salazar de ser la anfitriona. Sus comensales: Julio Iglesias Junior, Elena Tablada y Kiko Rivera le hicieron pasar una cena que no olvidará fácilmente.
A pesar de haber pasado toda la mañana pegada a una estufa e intentar realizar preparaciones con cierto grado de dificultad; Toñi no logró encontrar la fórmula correcta para mantener a sus invitados agradados. Olvidó detalles elementales, como por ejemplo, que Julio Iglesias Junior no come carne, ha confesado en las anteriores ediciones que es vegetariano.
El uso de una estrategia: servidumbre y amos
El trío que conforma el jurado se comportó de una manera muy incisiva. Al punto tal que Toñi les dijo, a manera de crítica: “Han venido muy crueles y vengativos la noche de hoy”. Su comportamiento parecía ser predeterminado, de hecho, parecía una estrategia previamente estudiada para hacer que Toñi no se destacara.
Con exigencias muy repetitivas como: “¿Me traes agua?, ¿Me traes otro plato?, ¿Me cambias los cubiertos? Te pedí aceite y en vez de eso me has traído vinagre, quiero más hielo” los invitados llevaron a Toñi al límite. Al punto que les confesó que había considerado tirarles los platos en la mesa, porque “la tenían un poco harta”.
Toñi aguantó y controló su temperamento, caminó de la mesa a la cocina tallada con sus mejores tacones y con una actitud irreconocible.
El único comentario que dio a las cámaras fue: “De haber sabido que venían en este plan, me hubiese puesto mis zapatillas cómodas de estar en la casa”.
Por si fuera poco, en un giro dramático Julio Iglesias Junior sacó de uno de sus bolsillos un aguacate. El cantante confesó que lo llevaba consigo, porque tiene un apetito un poco alto; un gran acierto, puesto que la entrada estaba compuesta de carne, algo que no toleró su vegetarianismo.
Una confesión subida de tono
La nota jocosa del programa la puso Toñi con una confesión bastante subida de tono. Antes de comenzar la cena, los invitados se dispusieron a dar un recorrido por la casa y buscar los secretos ocultos de Toñi.
Luego de una intensa búsqueda, le confesaron que habían entrado a su dormitorio y que buscaron sus tangas, pero le admitieron que su búsqueda fue en vano. La respuesta de Toñi los dejó boquiabiertos y sin tener un argumento, “Yo he vivido ‘al aire’ toda la vida, nunca he usado eso, una tiene que estar preparada para la vida moderna.”