El clan Campos no está pasando por su mejor momento. A la mala situación que vive la matriarca, María Teresa Campos, se le suma la desaparición televisiva que sufre Carmen Borrego y al malestar con su trabajo que manifiesta constantemente Terelu. Sin embargo, ninguna de ellas ha protagonizado la última noticia que ha hecho escribir ríos de tinta.

Alejandra Rubio Campos

Fruto de la relación de Terelu con un médico, nació hace dieciocho años Alejandra. La pequeña que hizo algunos cameos en los programas de su abuela cuando era muy pequeña, pero alcanzó la fama hace unos meses cuando posó con su madre para la revista "¡Hola!".

Una puesta de largo que les acarreo a ambas muchos dolores de cabeza por las numerosas críticas recibidas en el mundo de la prensa rosa. Tras esto, Alejandra ha acaparado algunos robados en las revistas de papel couche.

Ser influencer no es fácil

Alejandra congrega en su Instagram un gran número de seguidores, los cuales se han quejado de la excesiva delgadez que tiene la pequeña del clan Campos. Una acusación que no le ha gustado nada a Terelu que ha querido defender el buen estado de salud de su hija: "Alejandra come, está sana. Nunca la he llevado al médico por un tema de estas características." sentenciaba la colaboradora de Sálvame. Además expuso que ella también tenía problemas para engordar cuando era más joven: "Cuando tenía la edad de mi hija en la actualidad, yo pesaba alrededor de los 40 kilos.

Os aseguro que pesaba eso. Me acuerdo que con 23 añitos fui al médico para poder engordar porque tan sólo pesaba 42 kilos. El médico se rió de mi y me dijo que ya volvería dentro de unos años para que me ayudase a adelgazar." También quiso dejar claro que Alejandra no se ha sometido a ninguna operación estética, otra acusación recurrente en las redes sociales: " Es ridiculo pensar que se ha puesto pecho, si no es mona con 18 años, cuándo lo vamos a ser.

Ya se estropeará."

Alejandra también se defiende

Vía redes sociales, la nietísima de María Teresa también ha pedido que se le deje de acusar de padecer una enfermedad tan grave, pues le parece una falta de respeto para la gente que la tiene y lucha contra ella.

Lo cierto es que estas acusaciones son gafes del oficio, por desgracia, todas las influencers reciben críticas diarias contra su físico. Una práctica que aunque se ha intentado erradicar, cada día tienen que aguantar aquellos que se dedican al mundo de la moda en las redes sociales.