“Un carrusel de niños,…un carrusel de ternura…un carrusel de ilusión!” Así finalizaba la canción de la novela infantil mexicana “Carrusel”, que causó furor en chicos y grandes durante finales de la década de los 80 e inicio de los 90, en muchos países de habla hispana.

Origen de la novela

Fue en 1989 cuando salió al aire, producida por Valentín Pimstein para la televesiora mexicana Televisa. Esta novela, un remake de la telenovela infantil argentina “Señorita maestra”, parece haber tenido un éxito superior a la que le dio origen.

La Escuela Mundial era la casa de estudios donde se llevaban a cabo gran parte de las escenas de la novela, donde un grupo de pequeños niños estudiantes de primaria y su maestra vivían las más divertidas y conmovedoras experiencias de vida.

Los personajes de Carrusel

La maestra Jimena, interpretada por la actriz mexicana Gabriela Rivero, era la dulce maestra encargada de enseñar y dar consejos de vida a todos los niños de la clase de segundo grado.

Entre los temas de la novela, la diferencia entre clases sociales, se hacía presente, muy especialmente por el amor platónico de Cirilo, un niño de bajos recursos, hacia María Joaquina, una niña de clase alta, muy malcriada y consentida que frecuentemente le hacía desplantes, dejando muy triste al pobre Cirilo.

No podían faltar los personajes bromistas tal como ocurre en toda escuela; el gordo Jaime Palillo, un corpulento y obeso niño, pero de gran corazón, que a menudo hacía reír a todos con sus ocurrencias y travesuras.

También Laura Quiñonez (Hilda Chávez), que entre suspiros y comidas llenaba de gracia la serie. Esta romántica y comelona gordita comía casi durante todos los capítulos un gigantesco emparedado, repitiendo casi a diario su celebra frase “eso es tan romántico”.

No falta una linda parejita de enamorados, David y Valeria, él, un niño judío y ella, una niña católica; la “gringa” Biby, el japonés Kokimoto, el aplicado Daniel, Adrian, Carmen, Alicia, Abelardo, Clementina, Pedro, el niño rico Jorge del Salto, la dulce Marcelina Guerra, hermana del terrible Pablo, quien con su característica risa y muchas veces en compañía de Mario Ayala y del gordo Jaime, no perdían la oportunidad de jugarle alguna broma pesada a alguno de sus compañeros.

Todos cuidados por el buen Fermín, conserje de la escuela Mundial, que en más de una oportunidad tuvo que esconder alguna travesura de la clase de la maestra Jimena. No podríamos olvidarnos de la señora Orraca (la gorda hurraca), la directora, interpretada por Beatriz Moreno, muchas veces tenía que lidiar y reprender a todos estos niños, personajes que hicieron reír y suspirar a grandes y chicos y que definitivamente dejó huellas en la generación que a finales del siglo pasado viajó en ese carrusel de ilusión.