Todo es oscuro en torno a Ana Julia Quezada, que bajo un aspecto risueño y afable esconde a una fría depredadora capaz de cualquier cosa para conseguir lo que quiere, manipulando a su antojo a quien cae en sus redes.

Sus orígenes

Hay que remontarse a sus míseros orígenes en su país natal la República Dominicana, para tratar de comprender que el leiv motif de su vida sean el dinero y los lujos que pueda conseguir sin importar como. Ana Julia nació el 25 de Marzo de 1974 en una chabola precariamente construida a la orilla de un río en la localidad de Concepción de la Vega.

Es curioso constatar que en su cuenta de Facebook dice ser de Burgos. Su madre quedó viuda y tuvo que sacar adelante como pudo a once hijos por lo que tanto Ana Julia como sus hermanos crecieron en medio de la casi más absoluta miseria.

La llegada a Burgos

No sabemos cómo consiguió el dinero para pagarse un pasaje a España pero lo logró en 1995 con 21 años, dejando atrás a una niña de corta edad.

Una vez en Burgos, residió en el barrio de Gamonal y enseguida se casó con un burgalés a quien dicen conoció en un bar de alterne y con quien tuvo una hija que sigue viviendo con el padre. Se colocó en una carnicería del barrio.

Regresó a su país y volvió con su hija, Ridelca Josefina que tenía cuatro años, la niña fue bien acogida por la familia del marido, siendo adoptada por él.

Al parecer era una niña retraída que no se adaptaba a vivir en España ni a tener una nueva familia e incluso en ocasiones se negaba a comer.

La muerte de su hija

El 10 de Marzo de 1996, un vecino recordaba haber oído gritos y al mirar sus hijas por la ventana vieron el cuerpo sin vida de la pequeña que se había precipitado por la ventana del séptimo piso, la vivienda que compartía con Ana Julia y su nueva familia.

En el atestado policial se dice que la noche anterior, el padre se acuesta a las 22:30 sin saber cuando lo hace su mujer y sus dos hijas, la más pequeña, un bebé nacido de su matrimonio, que dormía en la misma habitación que la hija de Ana Julia.

Al levantarse hacia las 7:30 y no ver a la niña mayor en su cama la buscó por toda la casa y en la habitación que tenían destinada a juegos, se dio cuenta de que la ventana, de doble hoja, estaba abierta y junto a ella había una mesita.

Al asomarse vio a la niña sin vida en el patio de luces.

El hombre bajó corriendo y tiró la puerta del piso que daba a dicho patio y que se encontraba sin inquilinos. El personal de la Cruz Roja ya se hallaba en el lugar de los hechos certificando el fallecimiento de Ridelca Josefina.

Aunque los agentes desplazados hasta el lugar del suceso hicieron constar en su atestado que la ventana tenía doble hoja y que era muy difícil de mover para una niña de corta edad, el caso se cerró como accidente ya que la madre a quien no pudieron interrogar por ser víctima de un ataque de ansiedad, aseguraba que su hija era sonámbula.

A la vista de lo ocurrido con el pequeño Gabriel y a pesar de que el suceso ha prescrito, la policía quiere investigar lo que ahora considera otro posible asesinato, llevado a cabo por una mujer sin escrúpulos.

Ya nada la detiene

En 2012 y ya separada del marido, deja el trabajo y conoce a un empresario hostelero, viudo y muy conocido en la ciudad, 20 años mayor que ella. Cuenta la hija de este hombre que al comienzo les pareció simpática y cariñosa, pero que rápidamente conocieron su otra cara. Los hechos que relatamos fueron puestos por ella a disposición de la Guardia Civil, ya que dicha mujer estaba segura de que Ana Julia tenía que ver con la desaparición de Gabriel.

El empresario no podía fumar ni beber por estar enfermo de cáncer y al parecer Ana Julia le proporcionaba tanto una cosa como la otra en grandes cantidades, según declara la hija de este hombre a quien iba esquilmando poco a poco. Llegó a conseguir que le pagase una vivienda en República Dominicana de 45.000 euros.

Consiguió hacerle firmar un seguro de vida por 35.000 euros cuando ya este hombre se encontraba postrado y en fase terminal. Tras unos días sin noticias, la hija del empresario se personó en la casa encontrando a su padre en la cama en un estado de deterioro lamentable que hizo necesario su ingreso urgente en el hospital. Mientras tanto Ana Julia jugaba al “Busca minas” en su tablet, sin querer llamar a una ambulancia asegurando que él no quería ir al hospital.

Unos días antes había conseguido que este hombre pidiese un préstamo, para que ella supuestamente se operase de un tumor en la mama, pero en realidad era para ponerse implantes y aumentar sus senos. No solo no fue al hospital sino que se dedicó a vaciar las cuentas y a coger las joyas que guardaba.

El crédito de dicho préstamo lo han seguido pagando los hijos del empresario hasta hace poco.

No contenta con eso,trató que un sacerdote los casase prácticamente in articulo mortis, cuando este pobre hombre agonizaba, para cobrar pensión de viudedad. Una vez fallecido, organizó un espectáculo lamentable en el tanatorio llorando y tirándose por el suelo con un supuesto ataque de ansiedad. La hermana del difunto la siguió y vio como una vez fuera del recinto se comportaba con total normalidad.

Al cabo de unas horas, no dudó en salir a cenar y al cine con su nueva conquista, otro hombre mayor y enfermo también de cáncer con quien ya mantenía relaciones mientras el empresario estaba vivo. Al morir este nuevo acompañante, el hijo le reclamó 16.000 euros que había sacado de la cuenta bancaria del padre.

Es muy revelador que el 18 de Mayo de 2013 subiese una foto muy sonriente a su Facebook con esta frase: “la vida es bella,y a mi me está sonriendo!!ya es hora”.

Almería: su último destino

No tenía más remedio que abandonar Burgos y no parece que su hija fuese de ningún interés en su vida, por lo que esta siguió residiendo en la casa familiar con su padre.

En 2014 y con una nueva pareja, esta vez más joven que ella, se trasladó a Almería montando un bar. No sabemos cómo acabó su relación, pero en 2017 conoció a Ángel Cruz, el padre de Gabriel ya divorciado de su mujer Patricia, e inició una nueva relación que ha tenido el trágico final que todos conocemos.

Según parece nunca hizo mención a su hija fallecida, aunque se ignora si le contó a Ángel que tenia otra hija en Burgos.

Se especula ahora con que un posible móvil del crimen sea que ella pretendía alejar a Ángel de su entorno, yéndose a vivir a República Dominicana y que este se habría negado para no separarse de su hijo, por lo que el pequeño Gabriel se habría convertido en un nuevo escollo en su camino que tenía que eliminar, asesinándolo tras secuestrarlo con premeditación y alevosía. Mostrando posteriormente su enorme sangre fría y falta de empatía al mantener el engaño durante doce largos días.