Dicen las grandes estrellas del mundo del deporte que solo hay dos maneras de irte del mundo profesional: o en lo más alto cuando acabas de ganar pero sabes que será difícil repetir la gesta, o esperar a que el paso del tiempo, tus patrocinadores o la competencia te eche. Los más grandes suelen optar por la primera opción.

Algo por lo que quizás podría estar pasando una de las presentadoras más veteranas de la televisión en España como es María Teresa Campos, quien a sus 76 años -este año cumplirá 77- se niega a jubilarse tras firmar no llega a un año atrás su renovación.

Sus ganas de televisión y sobre todo la promesa de un espacio con ella como protagonistas habría sido lo que la habría empujado a rubricar esta ampliación contractual.

Sin embargo, desde ese mismo momento las cosas no han podido ir a peor. Perdía su programa magacín de las tardes de los fines de semana para entregárselo en bandeja de plata a Toñi Moreno y se le conminaba a participar en un debate de Gran Hermano al que no tenía ninguna gana de ir.

Poco después, y a pesar de que tampoco era santo de su devoción, aceptaba prolongar el docu reality familiar de Las Campos durante al menos una segunda temporada más que ahora estamos viendo en antena. Dicen en los mentideros que lo hacía sabedor de que sus hijas necesitan todavía cotizar muchos años y un colchón que, por suerte, esta ya dispone siendo la única motivación de seguir haciendo lo que ha hecho toda la vida lo que la mueve ahora.

No obstante, cabe recordar que era a principios del otoño pasado cuando esta aprovechaba una aparición pública para lanzar un dardo a sus jefes en Mediaset España. A diferencia de lo que se había venido filtrando en los medios, que decía que el estreno de un nuevo espacio con ella como conductora era inminente, la malagueña no había recibido ninguna propuesta.

Mª Teresa Campos, en su ocaso televisivo

Así se abría una brecha que parece haber ido en aumento hasta el punto de que, no solo no ha aparecido el programa prometido hace unos meses, sino que hace unas pocas fechas se enteraba de que su papel de "Defensora de la audiencia" en Sálvame se la ofrecían a un tercero como es Carlos Lozano, a quien creen se puede exprimir durante mucho más tiempo y éxito que a la andaluza.

Todo un golpe bajo que algunos medios como EsDiario no tardaban en calificar como una "zancadilla" en toda regla que quién sabe si tendría como objetivo final hacerle ver que su tiempo en antena, al menos como protagonista, ha acabado.