The Elf in the Shell” (o el Elfo en la estantería) es una de las tradiciones navideñas norteamericanas que se basa en colocar un pequeño elfo en las estanterías para que, como buen ayudante de Papá Noel (Santa Claus, en la costumbre referida), vigile a los pequeños de la casa y tome nota de su buen comportamiento en vísperas de la Navidad.

The Elf in the Shell y Juego de Tronos

La tradición está basada en un libro, y las reglas para que el espía de Papá Noel /Santa Claus pueda ejercer su labor, son simples:

  • No se puede tocar al elfo ya que podría perder sus poderes mágicos
  • El elfo solamente cobra vida cuando todos duermen en casa

"The Lannister in the Bannister"

Esta Navidad los padres tendrán garantías de buen comportamiento porque el elfo navideño de los peques será, nada menos que el entrañable villano de Juego de Tronos, Jamie Lannister (Nikolaj Coster-Waldau).

En el programa de entrevistas Jimmy Kimmel Live, el célebre presentador norteamericano (Jimmy Kimmel) propone actualizar la tradición con este nuevo elfo que, afirma, funciona para las fiestas de todas las religiones. Presenta a The Lannister in the Bannister, o en español pero con menos rima, El Lannister en la barandilla. En el vídeo un Jamie hilarante y pícaro, hace una labor “impecable” como elfo, aterrorizando a los niños cuando se disponen a cometer travesuras.

Comienza advirtiendo a los peques con la mítica frase de la serie Juego de Tronos (por sus siglas en inglés): “el invierno se acerca”, y continúa con otros métodos ‘didácticos’ con los cuales, por ejemplo, amonesta a la niña: “Si robas ese caramelo te corto la mano… ¡así!”, –y le muestra el muñón de su mano cercenada-.

También les enseña ‘valiosas lecciones’ narrándoles la historia de la Boda Roja (detalles sangrientos incluidos) para enseñarles las consecuencias de incumplir una promesa.

La madre muestra su gratitud al elfo y Jamie no se corta un pelo para coquetear con la dama, quien, siendo rubia y guapa, le recuerda a su querida hermana Cercei.

La sonrisa de cualquier fan al ver la parodia se esboza desde que, en el inicio, el más alto de los Lannister decapita al viejo muñeco elfo, hasta su última pose de seductor; porque un actor de la talla de Coster-Waldau, hasta las bromas las ejecuta con impecable gracia y excelencia.

El negocio de la nostalgia por Juego de Tronos, Poniente, y nuestro mundo hoy

Mientras llega la próxima temporada de Juego de Tronos, confirmada para el 2019, es un bálsamo para los fans de este éxito de HBO, tener cerca a nuestros personajes favoritos y en un ambiente tan familiar como lo es el navideño. La ansiedad de los espectadores por no padecer la ausencia del mundo de Poniente y sus celebridades, resulta obvia para el ingenio especulativo de sus creadores, del canal televisivo (HBO), y de todo aquel que quiera sacarle una buena tajada al tema.

Ello se manifiesta en iniciativas como las que comentamos en este post, la del Lannister in the Bannister, o la campaña publicitaria que protagonizan (por separado) Emilia Clarke (Daenerys Targaryen) y Kit Harington (Jon Snow) para los perfumes de Dolce & Gabbana; o la enorme variedad de artículos que pueden comprarse en las tiendas especializadas, con cientos de productos, donde se ofertan, desde velas en forma de huevo de dragón hasta la espada de Jon Snow, pasando por el Monopoly especial Juego de Tronos.

Pero queda un buen rato para que los fans de la exitosa serie nos frotemos las manos, nos echemos en el sofá y empecemos a sufrir dulcemente con los Stark, los Lannister, los Targaryen y los que quedan vivos en esta larga travesía, hasta que los caminantes blancos hagan, definitivamente, de las suyas –o la liga de los invencibles (entiéndase los ‘buenos’ de entre los Stark-Targaryen-Lannister –en la unión está la fuerza, no lo olvidemos-) los aniquilen.

Y esto me hace preguntarme, después del Lannister in the Bannister, ¿cuál será el próximo personaje en entrar en nuestra realidad, en nuestras casas, mientras se toma un descanso de tanta agitación en Poniente? Aunque mirando cómo van las cosas por esta parte del mundo, no se los aconsejo.

Leyendo las noticias, tristemente, el ingenio de George R.R.Martin para crear conflictos, guerras, odios, y desgracias en la ficción, parece limitado y hasta pueril, comparado con la realidad. Ahora mismo, en el mundo, en Europa, en España y en este siglo XXI.