De la misma manera que sorprendió a propios y extraños su retorno por la vía rápida y abrupta al foco mediático el pasado verano durante el tiempo que se habló estuvo ingresada y llegó a llamar a Belén Esteban para tratar de, supuestamente, recuperar las buenas maneras, sorprende de igual forma que tras tanto tiempo callada haya vuelto a la primerísima plana en las últimas horas.

Lo hacía al saberse de primera mano las acciones judiciales que María José Campanario estaría ultimando para presentar en cuestión de muy pocas fechas contra hasta tres colaboradores del programa de Telecinco, Sálvame.

Algo que conocíamos de mano de la periodista y tertuliana de este espacio Gema López, quien aseguraba que ella era una de las afectadas por este retorno a la actualidad de la castellonense vía judicial.

Según esta, el otro colaborador que también verá cómo le llega una demanda próximamente a su domicilio será Kiko Hernández, a quien se le atribuye que revelara ciertos datos relativos a su presunto ingreso en una clínica psiquiátrica para someterse a un tratamiento que, al parecer, no habría sido tal.

Algo de lo que el madrileño se defendía asegurando que el se limitó a "anunciar" el ingreso de la odontóloga en la clínica El Seranil y que en posteriores emisiones hablaría de una "obsesión" que, parece, tendría contrastada y difícilmente podrá meterle mano a través de una querella a sus seleccionadas palabras cada vez que se refirió a estos presuntos problemas de índole psicológico.

María José Campanario vuelve fuerte contra Sálvame

Teniendo en cuenta que, según Kiko Hernández, todo el mundo habló de este ingreso en los términos en los que él lo hizo, incluyendo a su familia más cercana, la estrategia que seguirá ante el juez será preguntarle a la acusación: "¿ha demandado usted a su madre?", así lo espetaba Kiko.

La tercera pata de la mesa de demandas de esta ronda sería, según se indicó en el citado programa, el reportero José Antonio León, quien al informarle de lo que se le veía encima se mostraba contrariado, teniendo en cuenta que este consideraba que era un conocido de María José Campanario y ella sabía que le tocaría informar de todo lo que llevara su nombre, siempre desde el respeto a ella y a la verdad.

Indignado ante esta información, se limitó a asegurar que si se confirma que se rompe su amistad "actuaré como periodista como tengo que ser, se harán menos favores y se taparán menos cosas".