Cuando parecía que las Navidades ya no podrían ser peores para la familia Janeiro-Campanario, el tiempo les ha querido demostrar que sí, que como dice la Ley de Murphy, "si algo puede ir a peor, irá a peor".
Y es que, tal y como publican nuestros compañeros de Cotilleo, la mujer de Jesulín de Ubrique era ingresada de nuevo el pasado martes alrededor de las 12 horas en el Hospital privado Nisa Sevilla-Aljarafe, después de haber estado experimentando fortísimos dolores a consecuencia de la fibromialgia que la castellonense lleva arrastrando desde hace mucho tiempo.
Un ingreso que la ha llevado a visitar su tercer hospital en cuestión de pocas semanas y en el que estaría acompañada de su madre y su marido, quien a pesar de los rumores de su distanciamiento que se han venido publicando de un tiempo a esta parte, está más cerca que nunca de su esposa.
A tenor de lo que narran las fuentes consultadas, si bien estos nunca se han llegado a plantear la opción de romper su relación o incluso separarse, sí que los últimos episodios que les han llevado a convertirse en portada día sí y día también habrían influido decisivamente en el empeoramiento del estado de salud de una castellonense que se encontraría en el peor momento de su vida, al menos en lo que a su debilidad física se refiere.
Mientras deciden si sigue allí ingresada y cuánto tiempo o si, como barruntan, la desplazan más cerca de casa al Hospital de El Seranil en el que ya estuviera ingresada durante este verano las dos personas más importantes de su vida, con permiso de su descendencia, no paran de demostrarle lo importante que es y lo necesario que es que se recupere cuanto antes.
María José Campanario y sus ocho ingresos hospitalarios
No obstante, tanto en su entorno más íntimo como entre sus fans, las alarmas se encuentran encendidas ante un progresivo empeoramiento en el estado de salud de la odontóloga tras sufrir nada más y nada menos que hasta ocho ingresos en menos de un año, dejando clara la fragilidad en la que se encuentra la levantina en uno de los años más duros que le ha tocado vivir.
Los dolores, nervios y otros síntomas que no han trascendido públicamente, dado que no ha habido comunicado del hospital ni de la familia que se haya hecho público, habrían empezado a multiplicarse, según hacía público el periodista José Antonio León en los últimos días. Parece que María José Campanario va a necesitar mucho mimo y tranquilidad en 2019.