Todos tenemos un pasado y los colaboradores de Sálvame no son una excepción. Tal y como hemos contado en alguna ocasión sobre alguno de ellos, cualquier tiempo pasado, parece, no fue precisamente mejor por distintos motivos. Algo que bien se le puede aplicar a la que es la protagonista de una de las noticias más visitadas de esta semana del portal de la revista Lecturas y de la web del programa Dani y Flo. Hablamos de las primeras imágenes públicas de la periodista de nada más y nada menos que del año 1990, cuando ésta tan solo tenía 30 años y era una jovencita confusa ante las cámaras a las que, eso sí, no mucho más tarde les acabaría cogiendo el gusto para no soltarlas hasta el día de hoy.

Fue en el famoso programa de los noventa Hablando se entiende la gente en el que, con el tema de las tribus urbanas como eje central de aquella tarde, invitaron a la todavía no rubia a representar a los "pijos", junto a un "roquero" y un "punk" ataviada con un fular y con una chaqueta de media manga verde chillón.

A pesar de haber sido seleccionada para representar al gremio "pijo" ésta acabó asegurando que le ofendía que la calificasen como tal, ya que no le gustaban las etiquetas y ella era quien era, más allá de las tribus urbanas. Para los presentes no había lugar a dudas, ella era una "pija" de libro.

Como dato curioso, de aquella primera aparición, Lydia, preocupada por su futuro y el de la gente de su generación, barruntaba unos años por delante muy complicados, algo de lo que la gente mayor "no se da cuenta", esgrimía.

Algo que sentenciaba sin saber la meteórica carrera en la televisión que le esperaba por delante.

Su llegada al mundo de la prensa del corazón, su aterrizaje en Tómbola cambiándole la vida para siempre y asegurándole un sitio en la pequeña pantalla antes de llegar a Sálvame, donde es uno de los personajes fijos de la mesa de colaboradores le estaban esperando a una Lydia que, eso sí, se avergüenza y de qué manera al recordar aquellas imágenes.

Lydia Lozano se avergüenza de su pasado televisivo

Tanto que la periodista prefiere no recordar un tiempo pasado del que, guardando cariño, no parece tener ninguna intención de traer al presente, al menos no en lo que a estética se refiere. Y es que Lydia Lozano, como tantos otros famosos, parece haber ganado con el tiempo.

Le dé o no vergüenza lo cierto es que es el momento de que compartamos el documento de marras con todos vosotros y juzguéis vosotros mismos.

s: