No hay ninguna duda. Chelo García Cortés está pasando por su peor momento personal, profesional y económico, a la luz de las últimas informaciones que la tienen como protagonista de la actualidad mediática, muy a su pesar.
A sus problemas con Hacienda se unen los que le han llevado, como ella dice, a quedarse "sola" y a no poder contar con el trabajo con el que contaba antaño para poder hacer frente a las facturas que le llegan y, así, poder llevar una vida que algunos aseguran estaría al borde de lo que se podría considerar digna.
Por si esto fuera poco, Chelo confesaba recientemente que sus problemas con el dinero le habían llevado a perder gran parte de sus amistades de toda la vida, perdiendo a su gran amiga Isabel Pantoja y también a quien fuera su pareja y confidente durante mucho tiempo José Manuel Parada, quien en su última aparición mediática la dejaba a los pies de los caballos revelando sus "adicciones".
Una serie de informaciones muy duras que le daban la puntilla antes de que llegase lo que algunos ya han calificado como la estocada final y que, de nuevo, procede de alguno de los compañeros más cercanos que esta había tenido en la profesión como es el periodista Antonio Montero, con quien compartió programa en su última etapa en Antena 3.
Este, que también lleva un tiempo desaparecido de la primera plana, ha vuelto por todo lo alto para revelar ciertas informaciones sobre la veterana periodista que han acabado de hundir a Chelo García Cortés, de quien criticó, en primer lugar, su falta de profesionalidad y de compañerismo a lo largo de su carrera.
Según este, durante mucho tiempo los colegas periodistas han tratado de evitar hablar de nada de trabajo con ella porque "si le comentas que estás siguiendo alguna pista de alguien, avisa al personaje".
Algo que, de ser así, le convertiría, si es que no lo es ya, en la gran apestada de la crónica social patria.
Chelo se queda sola y arruinada
Pero si hay algo que, según Montero, superaría su afán por codearse con la flor y nata de la "socialité" española es su necesidad de llevar una ritmo de vida imposible. Tanto es así que habría sido, precisamente esa "voracidad económica" la que le habría alejado de ciertos amigos de toda la vida, muchos de ellos de sobra conocidos.
A modo de ejemplo, recuerda, cómo "vendió" a la baronesa Thyssen cuando vio cómo la relación de su hijo y Blanca podrían reportarle mayores beneficios económicos que su amistad. Ahí es nada.