El asunto Kiko Matamoros sigue siendo el tema principal sobre el que versan las tertulias vespertinas en Sálvame, y las noticias que se están dando sobre los verdaderos motivos del abandono, sin fecha de retorno, del colaborador con menos pelo del programa están dando para escribir un libro.

Y es que, a la versión oficial, la que reveló el programa en directo indicando que la marcha del tertuliano era irreversible y sin fecha de vuelta tras alegar que se encontraba tan "cansado" como para no poder seguir cumpliendo con sus obligaciones, se han ido añadiendo otras tantas que tienen completamente descolocados tanto a sus ya ex compañeros como a la audiencia.

En este sentido, una de las personas que mejor le conoce dentro de Sálvame, como es el caso de la colaboradora y presentadora gallega María Patiño, no dudó en poner el grito en el cielo durante la última emisión sobre todo lo que se estaba diciendo entorno a este tema, y muy especialmente sobre la versión oficial de un Kiko que habla de necesitar alejarse de la televisión, de problemas con Mila Ximénez y otros contertulios y de la demanda de esta última contra su mujer.

Pese a la cantidad de razones esgrimidas por Kiko y su entorno, la "Pati", como le llaman cariñosamente sus más allegados dentro y fuera del programa, no se cortó a la hora de comentar que creía que "Kiko no está siendo sincero", agregando posteriormente que se resistía a creer todo lo que se estaba comentando al respecto.

Pero lo mejor estaba por llegar. Después de tratar de argumentas y replicar a sus compañeros en la mesa de actualidad del espacio decano de corazón de la televisión española, esta no pudo resistir la tentación de revelar una conversación privada con Kiko Matamoros que refrendarían sus temores.

¿Se está Kiko Matamoros riendo de todos?

Se trataba de una conversación de WhatsApp tan corta como reveladora -al menos para la gallega- en la que esta, después de enviarle el mensaje "Me resisto a creer todo lo que están contando" habría recibido como respuesta una carita enviando un beso, lo que llevaría a la interpretación de que este se estaría riendo de todos escondiendo los verdaderos motivos de su inesperado adiós.

A este respecto, poco después se conocía de la mano de Kiko Hernández que la mujer de su tocayo, Makoke, habría recibido una millonaria herencia de unos 20 millones de euros que podría ser el detonante de la espantada de un Matamoros que llevaría esperando saldar sus problemas económicos para desaparecer de la televisión.