Se ha venido repitiendo como un mantra en distintos mentideros con la crónica social como protagonista. Belén Esteban está, supuestamente, exultante. Después de ganar el juicio a Toño Sanchís y de renovar su compromiso con Telecinco todo le marcha sobre ruedas. Tal es su felicidad que hasta se plantea volver a casarse y ser madre.
Sin embargo, puede que la realidad por la que atraviesa la que fuera mujer de Jesulín de Ubrique sea precisamente muy distinta a esta. Por un lado, Toño Sanchís va a recurrir la sentencia, por lo que el juicio no está ganado...
al menos no de forma definitiva. Por otro lado parece que capacidad económica, tal y como contamos hoy en este mismo portal, no parece precisamente la mejor. Para colmo, su hija se ha ido de casa sin fecha clara de vuelta.
Es precisamente este último asunto el que, sabiendo lo "madraza" que esta siempre ha sido preocupa y mucho a la de San Blas. Y no porque su hija no vaya a estar cerca, sino por el que hecho de que esta, que antes "mataba" para protegerla ante cualquier invasión externa, ya no puede hacer nada para evitar que su hija se convierta en la nueva protagonista del papel cuché.
En este sentido, y tal y como publican nuestros compañeros de La Vanguardia, probablemente ese haya sido el peor error de la vida de la colaboradora de Sálvame.
El de matar para proteger a su hija de los píxeles... sin sacarla del circo mediático al citarla en sus guerras con su ex marido cada dos por tres, cuando no llevándola a platós de televisión como "hija de" para poder disfrutar de la presencia de caras famosas y saludarlas en persona.
La hija de Belén Esteban, Andreíta, la Princesita del pueblo
Todo esto, aunque su madre no se daba cuenta, iba poco a poco fraguando la historia de un personaje que ha ido creciendo hasta que el pasado 20 de julio perdía la minoría de edad, los píxeles en las fotos en los medios de comunicación y también la posibilidad de que su madre siguiera "matando" por ella para cualquiera que no respetase sus derechos de infancia.
Ahora, Andrea Janeiro, más conocida como Andreíta, parece dispuesta a iniciar una nueva vida fuera de España. Con su chico y acompañada de una carrera académica que le permita ser locutora radiofónica en un futuro. Una carrera que, en el caso de triunfar, no parece vaya a ser la más alejada de los medios ni de la primera plana mediática. Y es que, quizás porque no sabía hacerlo de otra manera, Belén ha construido una nueva Princesa del pueblo. Al tiempi.