Además de en Honduras, la cosa también está subiendo de temperatura en el plató central de Telecinco donde se emite tres veces a la semana Supervivientes 2017. Allí, además de las continuas guerras entre los partidarios del triunfo de José Luis, Alba Carrillo y Laura Matamoros a través de los testimonios de sus defensores y de los colaboradores del programa, hay tiempo para que otros asuntos más mundanos focalicen también la atención de los presentes.
Sandra Barneda expulsa a María Lapiedra del plató
Eso es lo que sucedió durante la emisión del penúltimo debate del pasado domingo en el que una de las presentes en el programa tuvo que ser reprendida y expulsada del plató central de la cadena estrella de Mediaset España, aunque no precisamente porque alguno de sus comentarios fuera excesivo o hiriente.
Lo que resultó ser insultante, al menos al modo de ver de la presentadora de este espacio, Sandra Barneda, fue la arriesgada apuesta estilística con la que es la primera confirmada de la próxima edición de Supervivientes 2018, María Lapiedra, quien apostó valientemente por unas transparencias que dejaban poco o ningún lugar a la imaginación. Y es que la colaboradora de "Cazamariposas" acudió a Telecinco con un vestido completamente transparente en su zona alta enseñando al completo los dos pechos de la rubia dejando planos que llegaron a incomodar a alguno de los presentes en el plató, como fue el caso de Lydia Lozano.
Fue ella quien, aparentemente sin venir a cuento, interrumpió el programa para llamar la atención de María Lapiedra después de que viera en Twitter cómo se estaban haciendo memes con su cara y los pechos de su compañera de detrás, considerando que su mera colocación no era de decoro.
El estilismo de María Lapiedra causó revuelo en el plató de Supervivientes
Tras indicar que, además de la desdibujada imagen que estaban dejando, nadie podría fijarse en lo que estaba diciendo por culpa de los pechos de María, Sandra Barneda no dudó en reprender la elección estilística de Lapiedra para decir que, además de que hacía muy complicado mirarla a los ojos, así no se podía estar en el plató.
Acto seguido, María era invitada a abandonar el plató hasta que, o bien cambiase su parte de arriba, o bien se la tapase haciendo uso de la ropa interior que esta había decidido no portar durante su última aparición televisiva. En cuestión de unos pocos segundos ya pudo retornar al directo, mucho más recatada que lo había hecho previamente.