Justo en la misma semana que ha protagonizado la portada de su vida, saliendo en primera plana de una conocida revista junto a sus dos mellizas Abril y Jimena, el colaborador estrella de Sálvame, Kiko Hernández, ha vuelto a ser noticia. Esta vez por algo mucho menos agradable.

Kiko Hernández anuncia en Sálvame su enfermedad

Y es que el madrileño ha querido hacer partícipe a la audiencia del programa Sálvame de la enfermedad que viene padeciendo desde hace un tiempo y que le está impidiendo cumplir con sus obligaciones como padre con sus recién nacidas, dados los problemas de movilidad reducida que nota en sus extremidades.

Concretamente en su mano derecha, donde hace años viene notando pinchazos y falta de sensibilidad que, después de un sinfín de estudios, ha conseguido averiguar se producen a causa de una artritis psoriásica que le impide usar con normalidad esta mano llegando a declarar que, cada vez que coge a una de sus hijas, siente miedo "de que se le caigan" al suelo. Lo que en un principio parecía no ser tanto, se agrava cuando el propio Kiko confesaba a sus seguidores que tiene los dedos de su mano derecha "casi inmóviles", lo que, de seguir degenerando, como suele suceder en una gran parte de casos de estos enfermos, podría suponer que llagase en un tiempo a perder la sensibilidad en las falanges haciendo completamente inútil esta mano.

Algo que el que fuera concursante de Gran Hermano va a tratar de evitar a toda costa poniéndose en mano de los mejores especialistas para que, en primer lugar, consigan hacerle remitir los dolores y la falta de sensibilidad que siente en su mano derecha y, posteriormente, traten de parar el avance de esta artritis psoriásica que le viene persiguiendo desde hace varios años.

La nueva vida como padre de Kiko Hernández

Después de confesar que sus peores momentos como padre los vivió cuando le informaron que Jimena nació con "parada cardiorespiratoria" y verlas por primera vez "llenas de tubos", ahora asegura sentirse un padre feliz y completo. A pesar de que su vida ha cambiado para siempre.

Y es que, si antes le gustaba salir mucho con sus más allegados y hacer vida fuera de casa, ahora todo es distintos habiendo salido apenas dos veces en dos meses de su casa, más allá de las salidas obligatorias a los estudios de Fuencarral para trabajar en Telecinco. Sus hijas están sanas, son felices y eso le hace feliz a él, a pesar de sus problemas de salud que, como todo buen padre, pasan a un segundo plano cuando tienes retoños.