RTVE se encuentra en un momento de crisis. Tras una votación llevada a cabo por el Congreso de los Diputados, la cadena tendrá que atenerse a una serie de cambios en lo que a su programación respecta, empezando por la remoción de su presidente. A esto es a lo que han conducido las acusaciones de manipulación ideológica, en las cuales figura el Partido Popular.

Ha sido patente hasta la fecha, como los programas de la compañía carecen por completo de pluralidad y perspectiva, transmitiendo descaradamente múltiples intromisiones del PP; un método que parece más propio de regímenes como el franquismo.

Y como era de esperarse, una vez destapado el caso, los nombres de los principales implicados no han tardado en salir a la luz.

El primero fue el de José Antonio Sánchez, que en su cargo de presidente, no ha tenido reparos en mostrar su lealtad para con el mencionado partido. Tampoco se queda atrás Eladio Jareño, quien funge como jefe de prensa.

Y la trama se extiende incluso detrás de cámaras, pues son los rostros que vemos en la pantalla chica los principales responsables de esta red de mentiras, así como las mentes detrás de cada contenido. Se habla de periodistas que han contribuido a la manipulación frente a las cámaras, tales como Gundín, que sustituyera a Somoano luego de que este fuera removido a causa de sus opiniones a favor de la izquierda.

El primero, por el contrario, ha sabido dar en el blanco de las preferencias ideológicas de RTVE, con una clara alusión al gobierno de derecha que tanto ansían sus dirigentes.

Sigue en la lista el nombre de José Gilgado, que se ha perfilado como uno de los menos favoritos de la cadena. De él, se dieron a conocer las filtraciones en Telediario sobre declaraciones emitidas por Cospedal, luego de la trama destapada cuatro años atrás.

Todos los escándalos de RTVE han precedido sin lugar a dudas, la negra reputación de la que hoy en día goza.

Otra emisión que se encuentra en el ojo del huracán es la de "Los Desayunos de TVE", conducida por Sergio Martín, otro de los grandes militantes del Partido Popular, que ha sido confrontado por no dar a conocer sus opiniones con la objetividad esperada.

Más allá nos encontramos con la defensa de Jenaro Castro para con las consideraciones que el PP solicitaba, luego del fallecimiento de Rita Barberá.

Cecilia Gómez no se queda atrás, después de tildar como a colaboradores del PSOE como "comando Rubalcaba".