De Carlota Corredera, aunque cada vez sabemos más, todavía conocemos lo justo. Que es presentadora de Sálvame, que antes dirigió el programa, que ha perdido cincuenta kilos en un año y que su relación con varios miembros del equipo que hacen posible el programa, podría ser muy mejorable.

Que nació en Vigo hace 42 años, que antes que Carlota en su DNI pone Elisa, que se califica a sí misma como una adicta a la comida que trata de recuperarse o que su marido es Carlos de la Maza y tiene una hija llamada Alba, ya lo sabe mucha menos gente.

En relación al asunto de la comida, y que ha llevado a ver un cambio fisiológico radical entre la Carlota de hace apenas un año y medio y la de hoy, pocos saben que la dieta milagro a la que ha recurrido se llama Pronokal.

Un método para rebajar peso y mantenerlo que pasa por un tratamiento agresivo en el que se lleva a sustituir en una fase inicial los alimentos por complejos sustitutivos y que poco a poco se van sustituyendo por una dieta alta en fruta y verdura y muy baja en grasas y azúcares. Que esta puede suponer una inversión de más de mil euros, tampoco se suele narrar.

Dieta que, como recomiendan todos los médicos nutricionistas cuando de perder peso se trata sin caer en la tentación de adoptar cualquier "falso milagro" que aparece por ahí, debe estar controlada por especialistas, con el objetivo de ver cómo esta va afectando a la salud de cada paciente y que, en su caso, ha ido acompañada de la realización de ejercicio físico controlado, que tan saludable es.

Tampoco se ha hablado nada del hermano que esta perdió cuando tan solo tenía treinta años y que la llevó a refugiarse en el trabajo, dirigiendo por entonces el programa TNT, que le absorbería todo su tiempo llegando a calificarse como una adicta al trabajo, lo que el tiempo, de nuevo, fue apaciguando jugando a su favor.

Las dos adicciones de Carlota Corredera

Su gran talón de Aquiles profesional parece ser la relación con sus compañeros. Sus broncas con Kiko Hernández son públicas y notorias, su supuesta mala relación con Paz Padilla es vox populi y su prácticamente inexistente relación con los coaches de Cámbiame, sabido por cada uno de los tele espectadores que cada día acumula la cadena en esa primera hora de la tarde.

A pesar de todo, Carlota, aunque deba andar con cuidado midiendo el ego de esa fama incipiente que la ha llevado a convertirse en líder de opinión para muchos, parece haber encontrado el equilibrio. Desde aquí lo celebramos.