Uno de los mayores empeños que ha tenido Belén Esteban desde el nacimiento de su hija y hasta que ésta cumpla este mismo verano la mayoría de edad ha sido la de preservar el rostro de Andrea Janeiro.

Sin embargo, la hemeroteca, que hace tiempo viene siendo maldita, parece haber puesto de manifiesto que esta comprensible obsesión por ocultar el rostro de su hija y la de Jesulín de Ubrique a golpe de demandas a aquellos que no ocultaran parte del rostro, defendiendo así la identidad de una menor de edad, no ha sido siempre tan consistente.

Así se lo han querido recordar desde distintos recovecos de las redes sociales como, por ejemplo, lo es el grupo de Facebook de 'Plataforma contra Telecinco' donde a través de varias publicaciones del pasado han querido enseñar al mundo que, en un tiempo pasado, cuando el futuro de la princesa del pueblo era más incierto y sus ingresos más débiles, no tuvo problemas en mostrar públicamente, ante los medios de comunicación de masas, y sin pedir que se le pixelara parte alguna de su rostro, a su hija.

Algo que parece haber quedado demostrado en las dos imágenes -que son tan solo un ejemplo de las más que ruedan por la red de redes- que aquí les adjuntamos y que han circulado por las plataformas sociales y en las que se ve, por un lado, a la de San Blas mostrando en la televisión una foto de carné de su hija directamente a cámara para "rajar" contra el padre de la criatura, y por otro a madre e hija en una portada de la revista Pronto y que supuso la primera gran aparición pública de Andrea Janeiro.

A diferencia de las imágenes que ruedan por distintos mentideros de internet y que cualquiera puede obtener sin pixelar, aquí sí hemos tenido la decencia de cubrir el rostro parcialmente tapando los ojos de la que es, todavía, una menor de edad.

Algo que estos medios también deberían haber hecho a petición de la madre, pero que podemos intuir no realizaron ante la inexistencia de una petición que llegaría años más tarde.

Cuando Belén Esteban no tenía problemas en enseñar a Andreita

Sea como fuere, parece pues que el intento de "sobreproteger" a Andreita hasta que cumpla los 18 años a golpe de querella a los medios que no velaran por su intimidad, ha tenido lagunas importantes que, además, a modo de agravante, se habrían producido en dos momentos en los que, presuntamente, la madre estaba recibiendo algún tipo de lucro a cambio. La hemeroteca, una vez más, haciendo de las suyas. En esta ocasión contra el discurso mil veces repetido de Belén Esteban.