Después de mucho años intentando salvaguardar el rostro de su hija, menor de edad, Belén Esteban ha perdido la guerra contra el imparable mundo de la red de redes, tal y como demuestran las muchas fotos de la cara de su hija que circulan a lo largo y ancho de las redes sociales, a pesar de que todavía quedan unos meses para que esta cumpla la mayoría de edad.

Aunque las publicaciones en papel, las televisiones y los medios online como este siempre hemos pixelado el rostro de Andrea Janeiro, más conocida como Andreíta, y cuya paternidad parece ahora más en tela de juicio que nunca, internet ha demostrado ser, también, y entre otras cosas, un nido hecho a medida para todos aquellos que bordean la legalidad...

y una trampa de primera para los incautos.

Y es que, aún con la mejor intención del mundo, el secreto mejor guardado de La Princesa del Pueblo, como es el anonimato de su hija, ha sido y sigue siendo violado por parte de cuentas de seguidores de su hija en las distintas redes sociales.

De esta forma encontramos cuentas como la de Twitter que lleva por nombre @JaneiroAndrea en la que, a pesar de no ser oficial, y de tener como fin el de apoyar a la hija de la de San Blas, no tiene reparo en twittear fotografías en las que se le ve el rostro y que, a menudo, vienen de otras cuentas tampoco oficiales de la madre como @BelenEstebanM.

Tres cuartos de lo mismo sucede en Instagram, donde un supuesto club de fans de Andreíta, que se puede encontrar fácilmente escribiendo @cf_andreajaneiro tiene subidas, también sin pixelar su rostro, decenas de fotos en abierto para que cualquiera que desee verle la cara y ver cómo es su vida, a pesar de que se pongan todos los esfuerzos posibles en evitar que vean la luz.

De esta forma, esa ansiada foto por parte de los medios de comunicación que parece se podría vender a precio de oro cuando este verano Andreíta cumpla la mayoría de edad y pueda ser fotografiada y grabada en televisión sin taparle la cara, ha perdido fuerza y valor. Quizás esto sea lo único positivo.