No nos lo podíamos creer. Sin embargo, ya se ha convertido en un hecho real, la también denominada "princesa del pueblo" ya no es tan querida por la audiencia, hasta el punto de ser calificada como pesada, absurda, cansina, gritona y malhumorada.

Todos estos atributos no son de nuestra cosecha, sino palabras textuales de lo que opinan de ella la gran mayoría de españoles, ciudadanos que están hartos de ver siempre lo mismo en la televisión y que tras 17 años viéndola diariamente se preguntan: ¿por qué ella? Esta pregunta viene dada en primer lugar por el aterrizaje que tuvo en su debut televisivo, únicamente tener una hija con un torero y demostrar ser una madre coraje de esas que tanto gustan en nuestra España profunda, hicieron que la madrileña se posicionara en un lugar muy distinto de los demás.

Eso sumado a la pésima preparación académica que ha demostrado tener junto con su dialéctica, forman un batido repleto de malestares comunes en la sociedad difíciles de soportar.

Ya existen varios frentes abiertos en las redes sociales que invitan a pensar por qué deberíamos dejar de ver los programas donde ella aparece. La mayoría tiene respuesta a esto y casualmente es coincidente. "Belén Esteban ya llega a cansar al personal, es poco divertida, coge su bolso antes de que las cámaras dejen de grabarla y merienda delante de toda España, sumado a su poco interés por progresar en su profesión o sus dificultades para comunicar cosas serias al espectador".

¿Estamos después de estas palabras de un hater de la madrileña ante el fin televisivo del fenómeno " Princesa del pueblo"?

Todo apunta a que sí, aunque también es cierto que tiene su público fiel que no parece decaer, no obstante, últimamente son más los que se posicionan en contra de ésta. De hecho, puede que la crisis económica haya influido en el pensamiento habitual de la población que ya no premia la suerte o la gracia divina, sino el trabajo constante y merecido de alguien que se juega su trabajo y lucha día a día por lo que quiere.