Se puede decir que el común chico Milhouse es el que está destinado a serlo, pero ¿en verdad será así? Lisa ha pasado por varios proyectos de novios a lo largo de la serie, y su forma de ser la impulsa a inclinarse directamente hacia dos corrientes en las que por supuesto los desarrolladores saben cómo explotar todo el potencial.

La primera, es que al ser la típica niña intelectual con gustos musicales es la imagen perfecta para la preferencia hacia chicos malos, por parte de este estereotipo social en el que se puede etiquetar a la primera de las hijas de la familia Simpson.

Por otro lado, las tramas no siempre han girado así y básicamente en algunos episodios ha quedado en evidencia que a esta niña le atraen incluso un poco más aquellos que son de su tipo, por ello se puede decir que Fox siempre ha sabido darnos giros vertiginosos y un tanto excéntricos con cada personaje.

Ahora, ¿habrá un desenlace definitivo? Por supuesto que no, y es que la idea con la serie en sí misma es mantener a los personajes congelados en el tiempo, en cuanto a su edad y por supuesto moviendo todo lo demás en dirección hacia lo actual. Para esta manera ganar en el mantenimiento de la audiencia.

Se puede decir que eso de ser una niña, al igual que Bart, sin tener edad para una relación duradera es el responsable en buena parte de que la serie pueda jugar con más de una pareja potencial, lo que en un buen sentido es algo genial que sólo los Simpson pueden tener, y si miramos a otras series que tratan de seguir la misma tendencia nos damos cuenta fácilmente de que no es igual.

Producciones un tanto análogas como Futurama o Padre de Familia, que tratan de ser como una especie de Simpson en situaciones distintas con personajes por supuesto en edades diferentes, han tratado de imitar la misma tendencia sin mucho éxito, y es que en este sentido nada se les da tan bien como en el caso de la idea que se ha plantado en nosotros con respecto a la familia animada más icónica.

Por otro lado, avanzando hacia lo que será el futuro es probable que, pese a ser legendarios los Simpson se lleguen a acabar en cierta temporada del año, lo que, por supuesto para muchos de nosotros sería una tragedia, pero es algo irremediable a medida que llegan nuevas generaciones.