Así se inicia el documental, que juega con la ambigüedad todo el tiempo, esperando mantener al espectador en vilo hasta el final, dejando un sabor agridulce a su fin. Siempre me han gustado las novelas negras, motivo que me llevó a ver este documental que busca más morbo que otra cosa.Y consigue mantenerte sentado en el sofá durante una hora y media, a pesar de los subtítulos.

Este documental, que deja a la justicia italiana por los suelos, me dejó consternada nada más verlo, y con ganas de más, de averiguar la verdad, una verdad que nunca llamará a la puerta.

Porque,¿quién mató aMeredith Kercher? ¿Fueron Amanda knox y su ahora ex novio Rafaelle Sollecito? ¿Fue Rudy Guede? ¿Patrick Lumumba?¿Todos?Lo cierto es que la posible contaminación de pruebas menoscaba toda la investigación que fue llevada a cabo por el fiscal Giuliano Miglini, elSherlock Holmes italiano, y la policía. Las posibles evidencias del crimen pierden total credibilidad cuando los investigadores del caso fueron poco minuciosos en su recogida al no utilizar ropa y calzados adecuados, así como en el análisis del ADN recogido de las pruebas que mezclaron. Se ve que estos policías nunca vieron la serie Castle.

Knox parece haberle sacado partido a todo esto en loque se vio metida, queriendo o sin querer, eso probablemente nunca lo sabremos, con la publicación del libro en el que cuenta su versión de los hechos, todas las asistencias a platós y entrevistas.

¿Por qué entra Amanda en el juego de la ambigüedad, cerrando el documental con una frase cuanto menos escalofriante? "Elmiedo enloquece a la gente".Sinceramente, poniéndome un momento en su piel y si yo fuese ella, y fuese inocente, sólo querría lavar mi imagen después de todo el acoso y derribo al que fue sometida, tanto por la policía como por la prensa que se lucró a su costa, por mucho que me pague la cadena.

Porque ¿quién le paga a ella todos esos años en la cárcel? ¿El presunto maltrato, tanto físico como psicológico al que la sometieron los policías con motivo de sacarle la verdad? Eso no tiene precio.

Una verdad que ellos pensaron absoluta, sin ninguna duda. Pero es cierto que hay ciertas partes del documental que me dejaron absorta, por ejemplo, la frialdad con la que actúa cuando encuentran el cuerpo de Meredith y ella dándose carantoñas con su novio.

Cuando el fiscal le pregunta por los cuchillos, ella parece “recordar algo”, pues se pone a golpearse las orejas histéricamente. Tampoco me parece comprensible que si se mantuvo firmeen el momento de la noticia, llore nueve años después en el documental. Se supone que sabe guardar las composturas.

¿Es un truco su mirada fría e imperturbable del vídeo? Hacernos pensar que por mantener la mirada, aparentando serenidad y tranquilidad, ¿va a ser inocente?Y me termino preguntando,¿tan fácil es manipular pruebas? ¿Tan inepta es la justicia italiana?¿Será verdad que Guede vio alejarse por la ventana a Amanda? ¿Quiénes son los dos hombres cuyo ADN es desconocido?Aún quedan muchas preguntas sin resolver en este acertijo del que espero que alguna vez se resuelvan estas incógnitas para que la familia Kercher pueda vivir en paz.