Eduardo García Martinez es bien conocido en España por su participación en la exitosa comedia Aquí no ha quien viva, que puede verse todos los mediodías en la cadena Neox, así como en su secuela La que se Avecina, de la que recientemente se informo de que no seguiría en las nuevas temporadas.
Recientemente fue publicado su interés por el rap, un género en el que está empezando a hacer sus pinitos de la mano de algunos de sus amigos, como pudo verse en el videoclip Burlaos, que fue publicado en Youtube y causó un enorme revuelo por el tremendo cambio que sufrió Eduardo en el vídeo.
De aquel niño espabilado que era José Miguel, el hijo de Juan Cuesta en Aquí no hay quien viva, que pasó al adolescente rebelde Fran, en La que se avecina, en el vídeo pudimos contemplar un Eduardo muy cambiado, con los brazos cubiertos de tatuajes, actitud rapera y fumador de marihuana. Este vídeo le hizo granjearse el apoyo y las críticas de un numeroso grupo de espectadores del portal de vídeos.
Pues bien, Eduardo ha vuelto a nuestras pantallas con un nuevo videoclip en el que se dirige a los haters que contemplaron su anterior vídeo y lo criticaron por la actitud y el aspecto del actor en el mismo. Hay muchos que dicen que es simplemente un actor más que no ha sabido digerir la fama todo lo bien que habría podido, y se especula en algunos medios con que su salida de La que se Avecina fue a causa de su nuevo cambio de actitud.
No podemos saberlo dada la ausencia de informaciones contrastadas al respecto, pero lo que sí podemos observar es el nuevo vídeo de Edu.
En el vídeo aparece un Edu rapeando en español e inglés, reunidos con sus amigos en un barrio en el extrarradio de Madrid. En él comenta cómo la gente no entiende su forma de pensar ni su Música, y critican a los que les han dedicado las críticas acerca de su estilo de vida y de su forma de entender la música, a lo que él responde, lógicamente, defendiendo su estilo y criticando a los haters. Esperemos que pronto Eduardo nos sorprenda con más temas como nos tiene acostumbrados.
