Algunos de los hijos del escritor Mario Vargas Llosa se han pronunciado respecto a la relación de su padre con Isabel Preysler sobre que esa relación nació de un infidelidad de su padre o que hay intereses económicos o bien que esa relación la podrían haber sido discreta y reservada y no que todo el planeta supiera de esta relación.
Sin embargo sus hijos no recuerdan que la relación de su madre con su padre, también nació de una relación de infidelidad, cuando este y Patricia Llosa, engañaron a su tía para que su amor sea conocido. Hoy Patricia Llosa vive en carnes propia lo que hoy ha vivido su finada tía Julia.
Cuando una relación comienza de una forma no correcta como el engaño entre el escrito Premio Novel Mario Vargas Llosa y su todavía esposa Patricia Llosa, tarde o temprano, el oso pierde el pelo pero no la maña dice el refrán, por lo que no debería sorprender a Patricia Llosa de esta relación de su todavía marido.
Obviamente, sus hijos están apoyando a su madre quien es la engañada, pero, ¿realmente, Patricia Llosa, no sabía con quién se casaba? Si ella misma fue capaz de engañar a su tía carnal con su primo hermano, ¿creía acaso y tenía fe ciega, en un hombre que solo se quiere así mismo como ella misma también? Si ambos, fueron culpables de engaño.
Claro que sus hijos no van a saltar de alegría ver a su propio padre, ya septuagenario estar con una mujer, que la conocían de hace años y que supuestamente llevaban una amistad con Isabel Preysler, cuando había segundas intenciones.
Cuando uno de sus hijos habla sobre intereses económicos por parte de ambos, parece un tanto sorprendente. Pues, Mario Vargas Llosa tiene un gran patrimonio en bienes, lo mismo que Isabel Preysler.
O, ¿habrá pensado Isabel Preysler si Vargas Llosa le queda poco por vivir, por ser ya un hombre entrado en años, le dejaría parte de su fortuna a ella? Porque Patricia Llosa, no le va a dar así nomás el divorcio al escritor en cuestión para que se case con Isabel Preysler. Lo que la tiene un tanto difícil Vargas Llosa para divorciarse.