Los sentimientos son dueños de las personas y les hacen dar mil y una vueltas, a veces para acabar dejándolos como estaban en un principio. Este es el caso de Tony Spina y Oriana Marzoli, pareja que se conoció gracias al programa televisivo Mujeres y hombres y viceversa y quienes decidieron aventurarse a probar su amor en el Reality show chileno Amor a prueba, después de haber pasado una crisis durante la participación del italiano en Supervivientes, que entró porque su novia se rindió ante el reto y abandonó.
Todos los espectadores han podido presenciar una gran cantidad de momentos vividos por la pareja: intensos, tristes, tensos, amorosos... Los dos se caracterizan por tener un carácter fuerte y discutir a lo grande cuando la situación se tuerce. Pero también eran casi siempre capaces de entenderse y volver a la calma, excepto cuando Oriana abandonó Amor a prueba desbordada por celos y porque se sentía poco defendida por su pareja. Su salida del nido fue un punto y final para la relación. Pero todo el mundo sabía que este asunto no iba a quedar en eso... demasiadas cosas por hablar como para dejarlo así.
Cuando ella volvió a entrar, emparejada de nuevo, a Tony le costó digerir la situación, y tampoco podía prestarle mucha atención a su expareja porque ella quería hacerle daño al principio; más tarde ambos dejaron el rencor aparte y el italiano comenzó a sacar todas sus armas de seducción, cosa a la que le ayudó bastante el programa y las actividades que tuvieron que realizar juntos, para conseguir estar con ella de nuevo.
Álex, pareja de Oriana en su segunda entrada, tuvo que soportar muchos momentos en la casa en los que sentía que sobraba. Finalmente no aguantó más la situación y abandonó el reality, dejando su puesto a Hernán Cabanas, el que hubiese sido el verdadero expulsado. Oriana y Tony estuvieron un largo tiempo después de su partida siendo solamente amigos, ya que ella se sentía mal por todo lo que le había hecho pasar a Álex, pero sabía que sus sentimientos no se podían controlar e iban hacia Tony. En tiempo real, la pareja vuelve a estar unida. Esto quiere decir que en pantalla no lo comprobaremos hasta dentro de unas cuatro semanas, por el desfase de emisión televisiva... ¡Lo bueno está por llegar!