La lombriz solitaria (Taenia solium y Taenia saginata) es un parásito de la clase Cestodes que se aloja en el intestino del ser humano pudiendo causando una variedad de síntomas gastrointestinales desde leves hasta severos y sus formas larvarias Cisticercus cellulosae y Cisticercus bovis, pueden ocasionar enfermedad neurológica incluso llegar a ser mortal.

Es una zoonosis ampliamente conocida en la cual las actividades humanas juegan un papel fundamental para el mantenimiento del ciclo biológico de los parásitos.

Ciclo biológico

La forma adulta de las tenias, se ubican en el intestino delgado del humano donde se fija a la pared y se desarrolla alimentándose de proteínas de la sangre de su hospedador, alcanzando una longitud de 2 a 10 metros.

Están formadas por cientos de segmentos llamados proglótides, los cuales se van desprendiendo del cuerpo del parásito y son liberados con las heces. Al defecar en campo abierto, el hombre cumple un papel fundamental en el mantenimiento del ciclo de las tenias, ya que una vez en el medio, los proglótides infectan pasturas y agua y son consumidos por otras especies como el cerdo o el bovino, en donde se desarrolla la larva hasta llegar a la fase de cisticerco, el cual se enquista principalmente en el tejido muscular.

El hombre al consumir la carne de cerdo o bovino con quistes del parásito, adquiere las formas larvarias, las cuales, en el intestino continúan su desarrollo hasta alcanzar la fase adulta, dando inicio a un nuevo ciclo de reproducción.

Los síntomas

Esta parasitosis puede cursar con signos gastrointestinales leves, como nauseas, dolor abdominal, anemia y fiebre, pudiendo pasar inadvertida en muchos de los casos. Existe una forma grave de la enfermedad, la cisticercosis, que puede generar enfermedad nerviosa.

La cisticercosis en humanos

Una persona infectada con la solitaria, libera continuamente proglótides maduros en sus heces y por malas prácticas de higiene existe el riesgo de contaminación fecal-oral, propiciando la ingesta de estos segmentos del parásito los cuales, en un hospedador accidental para la forma larvaria continúan su enquistándose en los tejidos pudiendo ocasionar cisticercosis ocular, o neurocisticercosis.

Esta última una forma grave de la enfermedad que puede derivar en trastornos neurológicos severos, convulsiones y la muerte

Prevención

Las medidas preventivas se basan en evitar la defecación a campo abierto y que los animales adquieran los proglótides grávidos de T. solium o T. saginata. Se debe evitar consumir carnes de cerdo y bovino crudas o poco cocidas, asi como garantizar la adecuada inspección de las canales a nivel de mataderos.

La buenas prácticas de higiene, un correcto lavado de manos después de ir al baño y antes de las comidas previenen la infección con formas larvas evitan la cisticercosis en humanos.