Nueva etapa, vuelve enero y con él los odiados propósitos de cada nueva temporada. Pero, ¿por qué son odiados? ¿por qué lo que cumplimos con ganas e ilusión en enero, se va diluyendo a lo largo de los meses, las semanas... y al final no los cumplimos? A continuación te lo contamos todo tan claro, que no saldrás de aquí indiferente. ¿Empezamos?
Dicen que se tarda 21 días en deconstruir un hábito
Pasados esos 21 días, o unas dos o tres semanas, se va diluyendo esa Motivación inicial por lograr los objetivos, se hace cada día menos de aquello y se acaba dejando.
Pero, ¿por qué ocurre esto? En los siguientes puntos se lo explicamos de una manera muy sencilla, detallando sus causas y las soluciones a las que hemos llegado.
- Ponte objetivos realistas y específicos. No vale el "quiero perder 10 kg de grasa y apuntarme al gimnasio". Sé más específico. Organízate de tal manera que este objetivo se fragmente en varios micro-objetivos para lograr pequeños pasos cada día y cada semana que te hagan llegar a ese objetivo global y que tienes en mente.
- Apunta todos tus logros, por nimios y mínimos que sean. Te harán llegar a donde quieres estar. La mejor motivación que puedes tener es la tuya misma cuando vas progresando en la consecución de tu objetivo.
- Probablemente tengas muchos objetivos a alcanzar al mismo tiempo, ¡prioriza!
- Crea hábitos diarios. Pero un hábito saludable. Los buenos hábitos son la clave para lograr la mejor versión de ti mismo y llevar la vida que te mereces. La rutina a veces puede llegar a quemar, por ello debemos mantenernos motivados y construir nuevos mejores hábitos.
- Pero sobre todo, lo más importante es que cuides tu alimentación sin obsesiones y que te muevas. Mantén en el tiempo una vida saludable y activa, en movimiento. Como ya dije, todos nosotros estamos hechos para estar en movimiento y no pasar más de 8 horas al día sentados.
Recuerda: el día tiene 24 horas, distribuye tus horas lo más inteligentemente posible.
Te propongo tus 8 horas para trabajar, 8 horas para el descanso y 8 horas de tu día para ti y tu cuidado (para cultivar e invertir en ti mismo).
La mejor inversión a corto y largo plazo
Cultivar tu cuerpo y tu mente va a ser siempre la mejor inversión a corto y a largo plazo que vas a hacer. Ya hemos hablado de cuidar nuestro cuerpo, ahora vamos a tratar cómo comenzar con los buenos hábitos de cultivar nuestra mente.
El primero de ellos y más acertado (sí, es el que estás pensando), ¡leer! Pero no leer como obligación, sino porque de verdad a ti te apetezca y disfrutes del momento de la lectura. Aquí te recomendamos los mejores libros que puedes comenzar a leer este mes de enero. Sin prisas, disfrutando de la lectura y sintiendo esa sensación de que estás aprendiendo algo nuevo cada día.
Te recomiendo que construyas este nuevo hábito de leer una vez al día (media hora al menos) porque te sentirás realmente bien. Si aún no tienes este hábito porque en tu casa es imposible leer tranquilamente, te invito a cambiar tu zona de lectura. Ve a una biblioteca y comienza allí a leer tu libro favorito. Y del camino de tu casa a la biblioteca puedes ir andando o en bicicleta, y así haces ejercicio. Muchas veces un buen hábito se recupera cuando cerramos el bucle de la monotonía.
Cuanto más leas, tu cuerpo te pedirá leer más. Y lo mismo con el ejercicio, cuanto más ejercicio hagas, más te pedirá hacer.
El buen hábito se entrena día a día y paso a paso.