Además de realizar la visita a tu dermatólogo, hay información que te ayudara a que identifiques los lunares benignos o los malignos, y conocer a que debes de prestar atención, los especialistas considerar un nevo o lunar a cualquier marca que se halle en la piel, ya sea de nacimiento o que se haya adquirido con el paso del tiempo, algunas variantes tienen más probabilidad de que se conviertan en melanomas, que es un cáncer de la piel, que resulta ser agresivo.
El melanoma aparece en ocasiones sin aviso, en la piel sana o sobre otro, por lo que se hace vital conocer los lunares de tu cuerpo, para esto puede ayudarte este ABCDE: Asimetría, no son circulares ni ovalados, Bordes irregulares, son rugosos o no están bien definidos, Colores distintos, son más de dos, Diámetro superior a 6mm, es decir mayor a la goma de los lápices, y Evolución con el tiempo, si notas que ha sangrado, pica o aumenta en su espesor.
Lo primero que debes hacer es revisarte, por lo que precisaras dos espejos, uno de mano y otro de pared, ya que puede haber en cualquier parte del cuerpo, incluso en las axilas, el paladar o el cuero cabelludo, fíjate además, si alguno se diferencia demasiado del resto, y finalmente, está atenta a si aparecen de manera repentina; protégete del sol, ya que la exposición a él influye a que se desarrollen lesiones cancerígenas.
Puede haber todo tipo de lunares, pero esto no implica que sean malos, pueden ser chatos, marrones, azules, blancos o rojos, verrugosos, o con pelo. Si el especialista encuentra alguno sospechoso querrá ver la evolución, o te pedirá una biopsia, pero no se asusten. Cuando es menor a los dos centímetros, se extrae totalmente, y si las sospechas son altas, pedirá que se acelere el tratamiento, se ampliaran los márgenes de extracción.
Es normal al pasar el tiempo que aparezcan nuevos, o que los que ya están cambien su forma, color o que se levanten muy levemente; pero si aparece uno nuevo, consúltalo, cuantos más lunares se tengan más son las probabilidades de que un melanoma aparezca.