La expresidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, causó bastante polémica en su momento debido a un presunto delito de falsificación en el cual se encontró envuelta. Conocido como el 'caso Máster', Cifuentes, su asesora y una profesora fueron investigadas por la falsificación del trabajo final del máster de Cifuentes. Después de toda la controversia ocurrida, los jueces encargados del caso han decidido absolver a Cristina Cifuentes, pero condenaron a la asesora y a la profesora implicadas.
“Cifuentes no jugó un papel en el caso”, declaran los jueces al dar su veredicto
Finalmente el tribunal absolvió a la expresidenta, pero condenaron a la asesora del Gobierno Regional, María Teresa Feito, quien presionó influencias para conseguir una coartada creíble para Cifuentes y evitarle un posible escándalo. También será detenida Cecilia Rosado, la profesora que ha falsificado las firmas en el 'caso Máster'. Por su lado, Cifuentes logró evitar 3 años y 3 meses de prisión al no ser condenada.
Según los jueces, la expresidenta no ha tenido nada que ver en la creación del acta falsa de su trabajo de fin de máster, el cual estaba utilizando con la intención de justificar que ella sí había culminado ese posgrado.
La profesora condenada que falsificó las firmas trabajaba en la Universidad Rey Juan Carlos. “No hemos encontrado absolutamente nada que pudiera impulsar, sugerir o presionar una falsificación documental por parte de Cristina Cifuentes”, fue escrito en la sentencia del juicio realizada el día 5 de febrero.
Los jueces aseguran que el hecho de exhibir de forma pública una copia del documento que les fue entregado por el rector no fue más que “un indicio, no corroborado por otros”, indicando que actualmente todos las sospechas de la expresidenta no son legítimas y comprobables.
Debido a esto no han podido encontrar pruebas suficientes para justificar su participación en el 'caso Máster'.
El rector intenta dar una explicación a toda la controversia
Tanto el rector como sus vicerrectores se han enfocado directamente en el caso e intentaron dar una respuesta creíble acerca de lo sucedido. Por estas razones mantuvo una conversación de forma presencial con la asesora que actualmente fue condenada, donde también participó el catedrático Álvarez Conde, quien es considerado el cerebro detrás de todo lo sucedido y que murió mientras era imputado.
Al parecer fue María Teresa Feito quien comentó que la fecha de defensa del máster era del 2 de julio del año 2012, aunque los reunidos en aquel momento pensaban que el acta de defensa del máster tendría que poseer fecha del mes de junio.
Debido a la problemática que podría causar esto, María Teresa Feito se contactó con la profesora Cecilia Rorsado, para conseguir “confeccionar el acta”. Por parte de Cecilia fue posible conocer que este proceso se realizó por vía telefónica y que fue “bastante agobiante”. Finalmente Rorsado terminaría falsificando el acta otorgándole una nota de 7,5 a Cifuentes y agregando junto al sello su propia firma y la de 2 compañeras, las cuales imitó.
Una vez que estuvo listo el documento falsificado procedió crear una cuenta de email bajo el nombre de Enrique Álvarez, enviando el acta al rector Javier Ramons, quien desconocía totalmente todas las manipulaciones engañosas que poseía el documento.
Posteriormente el rector se encargaría de remitir una copia que fue enviada a la oficina de la propia Cristina Cifuentes, quien la mostraría en las redes sociales en un vídeo diciendo “A los que queréis que me vaya… no me voy, me quedo”.
Admiten que existen “ciertas incongruencias” que necesitan ser aclaradas
Después de finalizar con la absolución de la expresidenta de Madrid Cristina Cifuentes, el caso todavía mantiene ciertas incongruencias. Estas “cosas fuera de lugar” no son compatibles con la actuación normal de un estudiante de posgrado, por lo cual desean investigar un poco más al respecto acerca de aquellos detalles que no han logrado ser aclarados.
Por su lado, el juicio fue realizado el día 5 de febrero, aunque fue necesario esperar hasta el día 15 para conocer la sentencia del tribunal.
Al final la defensa de Cifuentes tomó la palabra para explicar su descontento con la Universidad Rey Juan Carlos, afirmando que dicha institución fue la encargada de realizar las actas falsas de su TFM y de las cuales no formó parte.