Una ex asesora del partido político Podemos ha desmontado completamente la famosa tesis de las “cloacas” e, incluso, ha implicado al propio Pablo Iglesias en el conocido “caso Villarejo”. Después de estas informaciones, el partido no ha dudado en cargar contra Dina Bousselham por haber afirmado que el propio Pablo Iglesias le había devuelto una tarjeta SIM de teléfono móvil “destruida” y admitir que ella fue la persona que difundió las capturas de pantalla de una serie de conversaciones que tuvieron lugar entre ellos dos.

Dina Bousselham fue asesora del líder de Podemos durante su etapa como eurodiputado

Según la joven ex-asesora, Podemos construyó toda su campaña electoral del año 2019 alrededor de una supuesta red de la que formaban parte policías corruptos (el propio comisario Villarejo) y varios medios de comunicación, en ambos casos su papel era difamar lo máximo posible y el centro de sus críticas eran los miembros de Podemos. Sin duda, la declaración realizada por la propia Dina Bousselham en la Audiencia Nacional se ha convertido en un auténtico bumerán para el líder de Podemos y abre la caja de pandora en el partido morado.

La ex asesora ha tirado por tierra toda la teoría de la investigación del robo de un teléfono móvil del líder de Podemos en el año 2015

Dina Bousselham fue asesora de Pablo Iglesias durante su etapa en el Parlamento Europeo y este mismo lunes, ante la sorpresa general, se encargó de desmentir casi al 100% la tesis del propio vicepresidente del Gobierno sobre la investigación del robo que sufrió de su teléfono móvil en el año 2015, que se está investigando dentro del “caso Tándem” que también afecta al polémico ex-comisario de policía José Manuel Villarejo.

En la tarjeta del líder de Podemos estaba la polémica conversación sobre la presentadora Mariló Montero

El lunes pasado, Bousselham admitió ante el magistrado Manuel García-Castellón haber sido la persona que realizó las capturas de pantalla con Iglesias que provocaron un escándalo en su momentos, entre las frases que ambos compartieron está la famosa conversación sobre lo que el ahora vicepresidente del Gobierno le haría a la presentadora de televisión Mariló Montero que cuestionaba el feminismo que siempre ha defendido el líder de Podemos.

Esta conversación también fue reenviada a varios compañeros del mencionado partido y a otras personas, finalmente, se filtró a los medios de comunicación.

Igualmente, la joven corrigió su versión inicial y afirmó que tiene en su poder, desde hace más de tres años, una tarjeta de teléfono móvil que, teóricamente, había perdido en el año 2015. Entre otras informaciones, la joven ha desvelado por primera vez que cuando el secretario general de Podemos le devolvió la tarjeta SD de su teléfono móvil (el cual había sido robado presuntamente durante el verano del año 2016), seis meses después de que la diese el ex-presidente del grupo de comunicación Zeta, totalmente “destruida”. En una primera declaración, la joven solo dijo que el contenido de la tarjeta era “ilegible”.

Este giro en la declaración ha aumentado las sospechas, de todo tipo, sobre la entonces actuación del propio Pablo Iglesias. En el seno de Podemos algunas personas se muestran muy preocupadas ante el interés por parte del magistrado de destrozar la mencionada tarjeta y saber las razones. El mayor temor por parte del partido morado es que todo esto acabe salpicando al vicepresidente del Gobierno y secretario general de Podemos. Y, quizás, que salgan a la luz nuevas pruebas en su contra que lo podrían colocar en una situación muy complicada. Por ejemplo, la posibilidad que existe de que Iglesias no devolviese la susodicha memoria SD en el año 2016 sino bastante tiempo a posteriori. O sea, que la tuvo guardada sin que su ex-asesora tuviera conocimiento de ello.

Este auténtico embrollo mezcla del mundo político y judicial dio un vuelco a finales del año 2018, cuando la que fuera asesora de Pablo Iglesias en Bruselas y que llegó a ser la máxima dirigente de Podemos Madrid recibió la información de que unos agentes de la Policía Nacional habían encontrado en la residencia del ex-comisario Villarejo una copia de la mencionada tarjeta de memoria de teléfono móvil. Tras haber denunciado el robo, en el mes de julio del año 2016, la joven tomó la decisión de ampliar la denuncia extendiendo la acusación a varios medios de comunicación que acababan de publicar, en primera página, parte del contenido de la tarjeta SD. Tras recibir una llamada por parte de la Policía, la que fuera asesora decidió avisar a la cúpula del partido morado y Podemos consideraron que podían sacar cierto beneficio de esta clase de situaciones.