José A. fallecía el pasado jueves víctima de coronavirus en Cataluña. Al igual que más de 22.000 personas en nuestro país, José A. ha fallecido tras ser contagiado de COVID-19, sin embargo, a diferencia de otros enfermos por el virus, José A. se contagió en el hospital y debido al diagnostico catastrófico que le previeron en el hospital, el propio contagiado solicitó el alta hospitalaria para morir en su casa. Fue horas antes de fallecer cuando José A. presentó una querella por vía telepática ante los Juzgados de Instrucción de Madrid e incluso pidió a sus herederos que siguieran adelante con la querella si se admite a trámite tras su muerte.

El fallecido recriminó la falta de test al personal sanitario

El fallecimiento de José A. se produjo en la mañana del pasado jueves y el pasado 13 de marzo se personó en un hospital ubicado en Barcelona, donde acudió para realizarse una biopsia, sin embargo, regresó una semana más tarde al hospital ya que no se encontraba bien y al final, se hizo efectivo su ingreso hospitalario. En la querella, el ya fallecido culpaba a la falta de test de su contagio, pero no sólo eso, pues recriminó la falta de test para el personal sanitario, quienes podían ser contagiados e incluso contagiar por la falta de

Pidió el alta hospitalaria para fallecer en su casa debido a su rápida muerte

Debido al mal diagnóstico que le hicieron en el hospital por su mal estado y previeron una rápida muerte, el hombre decidió pedir el alta hospitalaria para fallecer en su casa.

Fue el pasado 15 de abril cuando José A. fue trasladado a su domicilio para esperar el trágico final, pero el miércoles, un día antes de su muerte, redactó un escrito donde reclamó que se interpusiera la querella, considerándola urgente y además, pidió a sus herederos que siguieran adelante con ella en todo momento pese a su muerte.

Se querella contra los máximos responsables del Sistema Nacional de Salud

En la querella presentada, se vislumbra la existencia de un delito contra la salud pública, imprudencia profesional, lesiones y homicidio debido a la falta de test existentes en los hospitales y centros sanitarios además de la compra de test defectuosos por parte del Gobierno.

De esta forma, el fallecido por COVID-19 se ha querellado contra Fernando Simón, las directoras de Salud Pública, la responsable de la Agencia Española de Productos Sanitarios y Medicamentos.

Además, se ha querellado contra la persona que administraba la empresa intermediaria de los test chinos. Añadió además que la compra de test defectuosos de una empresa china supuso una lesión de la salud colectiva. De esta forma, el Gobierno está recopilando numerosas querellas por parte de fallecidos, contagiados y ciudadanos que los acusan de su mala gestión y de suponer un menoscabo contra la salud pública de todos los ciudadanos.