Pedro Sánchez ha decidido pasar de una asociación de tipo “preferente” con Pablo Iglesias a una nueva etapa política en la que hablará con todos los partidos políticos. Isabel Celaá ha reconocido que Pablo Iglesias fue un socio preferente, pero ahora se inicia una nueva etapa en la que se va a pedir responsabilidad a todas y cada una de las fuerzas políticas. Pedro Sánchez se reunirá a lo largo de la semana que viene con los tres líderes de los principales partidos políticos, Iglesias, Casado y Rivera, para poder iniciar las negociaciones para la próxima investidura.
El PSOE cambia de idea respecto a Podemos tras las elecciones
Si por la mañana Pedro Sánchez anunciaba que iba a empezar negociaciones de tipo “formal” para la investidura con Partido Popular, Ciudadanos y Unidas Podemos. Por la tarde, el presidente del Gobierno ha despojado cualquier tipo de duda sobre la posición de la formación liderada por Pablo Iglesias: abandona la condición de “socio preferente” del que gozaba el partido.
Isabel Celaá, portavoz del PSOE, explica que este cambio de escenario ha sido provocado por la contienda electoral que se está viviendo hoy en día. Tras las elecciones pasadas del 28 de abril y del 26 de mayo, Pedro Sánchez está obligado a iniciar una nueva etapa en el que tendrá que hablar con todas las fuerzas política para que la investidura pueda salir adelante.
El martes que viene Pedro Sánchez se reunirá con los líderes de los principales partidos políticos: Pablo Iglesias, Albert Rivera y Pablo Casado. Además, ha recordado las diferencias y similitudes entre los partidos políticos a lo largo de la contienda electoral, donde los partidos van a subrayar los elementos que sean más específicos en cada caso.
Cuando pase esta etapa, el objetivo será ser eficiente a lo largo de la gobernabilidad y, para ello, habrá que sentarse con muchas fuerzas políticas.
Pedro Sánchez tendrá que ampliar el número de agentes de tipo político
El gobierno mantendrá a Podemos como socio de gobierno, pero no tendrá el calificativo de preferente y también aceptarán el apoyo de otras fuerzas políticas, de manera eventual.
Pedro Sánchez apostará por un gobierno monocolor y evitará una coalición como busca Pablo Iglesias y no hay una alternativa fuera del Ejecutivo del Partido Socialista.
De esta manera, se reconoce el cambio de escenario tras las pasadas elecciones del 26 de mayo. Después de las rondas de contacto de los distintos partidos con el Rey, Pedro Sánchez ha anunciado que tendrá reuniones de tipo formal con Ciudadanos, el Partido Popular y Unidas Podemos.
La realidad es el batacazo del partido de Pablo Iglesias en las elecciones del 26 de mayo, donde perdió buena parte de la representación en territorios que mantenía. Desde ese momento, Moncloa se vio obligada a revisar la idea de ofrecer ministerios a representantes de Podemos para conseguir su apoyo en la investidura de Pedro Sánchez. Esa idea sigue en pie por parte de Iglesias.