En declaraciones dadas por Albert Rivera, líder de Ciudadanos en el Congreso, durante una reunión del grupo parlamentario de la organización naranja realizada el martes, se comprometió que de resultar electo en los comicios presidenciales del próximo 28 de abril, que el español sería a lengua vehicular de todas la escuelas de carácter público y las concertadas de toda la nación.
Esta promesa estaría respaldada constitucionalmente, por lo que advirtió que el que no esté de acuerdo con ella, tendría que aceptarlo, pues oficialmente es lo establecido.
Esta oferta la realizó, a pesar que las comunidades autónomas tienen potestad sobre la parte educativa.
Echa la culpa al PP y del PSOE de la situación actual
Albert Rivera destaca que su partido cuenta con la suficiente autoridad moral y con una trayectoria transparente en el área política, como para asumir la responsabilidad de hacer esta promesa, cosa que en su opinión no pueden realizar ni el PP ni el PSOE, ya que ambas organizaciones políticas serían las culpables del problema presentado con los independentistas catalanes, según él.
Afirma que Ciudadanos no hará propuestas como la realizada por el PP, en la que se invitaba a los padres que querían que sus hijos fueran educados en español, a que los se inscriban en escuelas de carácter privado.
También realizó duras críticas al ex ministro de Educación del PP, Iñigo Méndez de Vigo, y a la socialista Isabel Celaá, su sucesora, de pasar por alto el informe sobre el adoctrinamiento en Cataluña, en el que se discutía el tema de qué lengua utilizar en el aspecto educativo.
La defensa del castellano
El compromiso de Rivera en la defensa del castellano como lengua oficial del país, se verá plasmado en el programa electoral que ofrecerá a los electores la organización política.
Para Rivera, España se puede considerar un país afortunado por contar con varias lenguas que cohabitan junto con la oficial, pero para él, no se debe presentar la opción de escoger entre estas y el lenguaje oficial del país, en cuanto a la parte educativa. Asegura que respeta el uso de estas lenguas como un derecho de los ciudadanos, pero no que la educación sea impartida en ellas.
España no se merece, según Rivera, un gobierno que no tenga la valentía de defender el castellano como lengua oficial y su uso obligatorio en todas los colegios de la nación, haciendo en su lugar, todo lo contrario, lo que dice que es un ocultamiento del adoctrinamiento que está sucediendo en los centros de enseñanza.