Álvarez-Cascos, ex-vicepresidente del Gobierno, ha tenido que dar explicaciones ante un tribunal: se ha defendido asegurando que solo podía intervenir a la hora de elegir al Presidente de AENA, no en el resto de decisiones.

Francisco Álvarez- Cascos ha rechazado que durante su etapa frente al Ministerio de Fomento diera alguna orden a AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) para que cerrasen contratos con empresas del cabecilla de la corrupta trama Gürtel, Francisco Correa. Francisco Álvarez- Cascos, actual vicepresidente de Foro Asturias, ha tenido que testificar este mismo lunes, ante la Audiencia Nacional durante el juicio al susodicho Francisco Correa, al que fuera contable de la empresa de este último, José Luis Izquierdo; Ángel López de la Mata (exdirector del departamento de “Comunicación” de AENA) y el ex-subordinado de este último, Jose María Gavari.

En dos años, Correa logró 22 contratos de AENA sin concurso público

La Fiscalía pide para todos ellos entre siete y diez años de cárcel. Según el equipo de la Fiscalía (expertos en la lucha contra la corrupción política) Correo logró la friolera de 22 contratos, entre los años 2001 y 2002, para hacerse con eventos celebrados por AENA (la mayor parte eran ferias como Fitur o Expo Ocio, sin que se llegase a celebrar un concurso público).

Álvarez-Cascos se ha defendido asegurando que sólo podía intervenir en el nombramiento del Presidente de AENA ya que para el resto de acciones se debía pasar por el Consejo de Ministros y que era el susodicho Consejo el que se encargaba de designar otros cargos o adjudicar contratos.

Además declaró que jamás contrató a nadie mientras fue Ministro de España. Todo hace pensar que Fiscalía seguirá investigando ya que sigue considerando extraño que las empresas de Correa consiguieran tantos contratos sin pasar por contrato público.

El ex-vicepresidente reconoció conocer a Correa, nada más

Álvarez- Cascos reconoció que había utilizado la agencia de viajes de Correa para organizar viajes en el año 1995, asegurando que dichos viajes los había pagado con su propio dinero y no con el del partido y que podía demostrarlo si fuera necesario; pero, no le había favorecido en ningún caso.

Igualmente, con bastante ironía, señaló que en Sorts nunca había tocado la lotería y mientras el fue ministro tocó dos veces. Una contestación que no gustó demasiado al Fiscal que le estaba interrogando.