Ada Colau, la activista y actual alcaldesa de Barcelona está pasando por su momento político más delicado. Tras la convulsa situación catalana vivida desde el pasado 1 de octubre donde la propia Colau denunció públicamente las cargas policiales que tuvieron lugar durante el referéndum que incluso dieron lugar a heridos, detenidos y actualmente, políticos en prisión provisional a la espera de juicio como Oriol Junqueras, ahora, la alcaldesa, atraviesa su momento político más crítico tras lo sucedido en el día de hoy en el pleno del Ayuntamiento.

La inesperada faena de PDeCAT y ERC a Ada Colau

Ha ocurrido esta misma mañana, cuando la política de Barcelona en Comú se sometía a la cuestión de confianza en el pleno del Ayuntamiento para poder aprobar los presupuestos de 2018. Contra todo pronóstico y a diferencia de la pasada semana, los partidos PDeCAT y ERC han votado en contra, sumándose de este modo a Ciudadanos, PSC, el Partido Popular y la CUP. La votación ha sido un duro golpe para Colau, quien ha recibido solamente 11 votos a favor frente a 30 votos en contra, por lo que ha perdido la cuestión de confianza.

La oposición tiene 30 días para proponer un nuevo alcalde y hacer unos presupuestos para 2018

Con un panorama político de lo más delicado, los presupuestos de Barcelona quedan en manos de la oposición, quienes en el plazo de un mes tienen que acordar un nuevo alcalde y otros presupuestos para 2018.

En caso de que la oposición no llegue a un acuerdo, los presupuestos de Ada Colau serán aprobados de manera automática.

Ada Colau se enfrenta a la oposición y los invita a formar gobierno

Pese a la derrota de Ada Colau tras la jugarreta de PDeCAT y ERC, la alcaldesa ha desafiado a todos los partidos que han votado en su contra y se ha dirigido a ellos advirtiéndoles que ahora les tocará conformar un gobierno alternativo antes de un mes, plazo límite para presentar una nueva moción de censura.

Pese a verse sin apoyos, Colau no es la primera vez que pasa por una situación de estas características, ya lo hizo en el año 2016, cuando recibió únicamente 15 votos a favor y 26 en contra.

En definitiva, la situación que está viviendo Ada Colau no es la más idónea, es más, la propia alcaldesa ya admitió en otras ocasiones que estaba dispuesta a dar voz a los ciudadanos y no a calentar una silla, no obstante, ante una situación de bloqueo, lo previsto en el reglamento es una cuestión de confianza.